Damnificados

Por Alejandro Villegas
La promesa de atención a los damnificados de Grace, que hizo el ciudadano presidente desde Veracruz, sin limite de recursos económicos, choca contra el recuerdo de la suerte de los damnificados de Tabasco, que en el pasado reciente dejó mal sabor de boca.
En esa ocasión al igual que hoy, el ciudadano presidente ordenó un censo casa por casa, para que nadie quedará fuera, pero la realidad fue otra.
Incluso, la situación llevó al ciudadano gobernador de Tabasco a enfrentar el descontento social.
Sin duda, uno de los principales estragos de Grace, se dará en la imagen de la administración federal que, sin el Fonden, de nueva cuenta, tratará de brindar atención a los damnificados por Grace.
Evidentemente, la atención inmediata que comprometió el ciudadano presidente tardará en llegar, al tiempo que la no existencia de un límite presupuestal para apoyar a los damnificados, chocará con la realidad.
Es claro que el ciudadano presidente trata de darle la vuelta a la página, sin embargo, la realidad que viven los afectados por el huracán Grace tarde que temprano saldrá a la luz.
Promesas fáciles de cumplimiento difícil, pero eso sí, sirven para salir del paso de manera elegante.
Palabras
El reiterado señalamiento del ciudadano presidente que se incluye en los promocionales de su III Informe de Gobierno, “hechos no palabras”, resulta más que arriesgado.
No son pocos las y los mexicanos que, desde su evaluación, personal concluirán que, para ellos, la gestión del ciudadano presidente se traduce en más palabras que hechos.
Por supuesto, entre ellos, las madres y los padres de los niños enfermos de cáncer quienes reiteradamente exhiben la carencia de medicamentos.
Consecuentemente, los promocionales del ciudadano presidente, pueden resultar contraproducentes, quizá porque ningún integrante de su círculo cercano es capaz de advertirle el riesgo de expresiones fáciles de difícil cumplimiento.