*El ejército israelí afirma que Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, murió en el ataque aéreo de este viernes en Beirut, Líbano.
*Los aviones de combate atacaron el cuartel general del grupo militante, situado en una zona de los suburbios del sur de la capital conocida como Dahiyeh, dijo el Ejército israelí en un comunicado este sábado.
(CNN) – El ejército israelí mató al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en el ataque aéreo del viernes en Beirut, Líbano, confirmó el grupo militante, marcando una gran escalada en las hostilidades.
Los cazas israelíes atacaron el cuartel general del grupo militante, situado en una zona de los suburbios del sur de la capital conocida como Dahiyeh, según informó el ejército israelí en un comunicado el sábado.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que Nasrallah había estado operando desde la sede y “avanzando en actividades terroristas contra los ciudadanos del Estado de Israel”.
Hezbollah describió a Nasrallah como un “mártir sagrado” y prometió continuar su lucha contra Israel. El grupo dijo que su líder fue asesinado después de un “traicionero ataque aéreo sionista en los suburbios del sur”.
“La dirigencia de Hezbollah promete al mártir más supremo, sagrado y querido en nuestro camino, lleno de sacrificios y mártires, que continuará su lucha para confrontar al enemigo, en apoyo de Gaza y Palestina, y en defensa de Líbano y su gente firme y honorable”, dijo el comunicado del grupo.
El canal de televisión Al-Manar, propiedad de Hezbollah, cambió a recitaciones coránicas, un gesto islámico que declara luto. Hamas también emitió un comunicado lamentando la muerte de Nasrallah.
Nasrallah convirtió a Hezbollah en el grupo no estatal más robustamente armado de la región, comandando un seguimiento dedicado en Líbano, Irak, Siria y Yemen. Es la fuerza política más dominante en el Líbano, que está sumido en una crisis. Gran parte del mundo occidental ha designado a Hezbollah como una organización terrorista.
Los temores de una guerra total alcanzaron su punto máximo a principios de este mes, después de que Israel desatara una ola de explosiones letales en todo Líbano, dirigidas a combatientes de Hezbollah. Muchos de los muertos eran transeúntes civiles.
Luego, el lunes, Israel lanzó una campaña aérea intensiva en el sur y el este de Líbano, en lo que fue el día más mortífero para el país en casi dos décadas. Hezbollah ha lanzado múltiples oleadas de cohetes en el norte de Israel en respuesta a los ataques.
Las bombas israelíes en Líbano han matado desde entonces al menos a 700 personas, y miles más han resultado heridas, dijo el viernes la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU.
Casi 120.000 personas más han sido desplazadas, según la OCHA, en un país donde tanto los libaneses como los refugiados de otros países ya enfrentaban una aguda pobreza, inestabilidad económica y acceso limitado a la atención médica. Las estimaciones en Líbano sugieren que ese número podría ser mucho mayor.
Un funcionario militar israelí dijo que aún no sabían cuántos civiles murieron en el ataque israelí en el sur de Beirut que mató a Nasrallah.
