DE: Realidad

Por Alejandro Villegas…
El asesinato de dos ciudadanos estadounidenses en Tamaulipas, ubicó al ciudadano presidente en la realidad.
La situación es más que clara. El cambio de balazos a abrazos no funciona.
Los grupos criminales operan en algunas ciudades del país de manera abierta.
En consecuencia, existe un clima de incertidumbre que no ha sido debidamente atendido por la 4T.
El discurso del ciudadano embajador de Estados Unidos en el sentido de que es necesario combatir a los grupos del crimen organizado, es el mismo de un amplio sector de la sociedad mexicana.
Sin embargo, el ciudadano presidente se mantiene apegado a su línea discursiva. Expresa condolencias a familiares y amigos de las víctimas, y promete que los culpables serán castigados.
El ciudadano presidente sin duda apuesta a que el tiempo se encargará de diluir el peso de estos crímenes y que la relación con la administración Biden se mantendrá sin afectación alguna.
Lo evidente es que el departamento de Estado estadounidense, en lo inmediato, conminará a sus ciudadanos a extremar precauciones a visitar algunos destinos mexicanos.
Señalamiento que, sin duda, tendrá un efecto inmediato.
Habrá que ver hasta que punto el ciudadano presidente es capaz de modificar su estrategia para controlar y aprehender a los integrantes de los grupos del crimen organizado que operan en México.
Mujeres
Si de un sector ha estado alejado el ciudadano presidente, sin duda es el de las mujeres luchadoras, y ello debería tener en su momento algún peso en las urnas.
Pero, todo indica, que el ciudadano presidente está confiado en que con sus expresiones verbales podrá conservar el apoyo del pueblo bueno.
No considera, en su justa dimensión, el peso de las mujeres que a estas alturas del partido ya no confían en él.