España impondrá nuevos impuestos a los grandes bancos y compañías energéticas, arrebatándoles miles de millones de euros a las empresas para financiar políticas que alivien el impacto de la inflación récord en los consumidores.
Los gravámenes sobre las instituciones financieras y las empresas de energía tendrán una duración de dos años. El gobierno espera que el primero recaude unos 1.500 millones de euros (US$1.500 millones) al año, mientras que el impuesto sobre las ganancias extraordinarias de las empresas energéticas, que se han beneficiado del aumento de los precios, recaudará 2.000 millones de euros al año.
El anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del nuevo impuesto financiero provocó el desplome de las acciones de bancos como el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA y el Banco Santander SA. La caída acabó con unos 6.000 millones de euros en valor de mercado en los cinco principales bancos cotizados en España. El IBEX 35 fue el índice de países con peor desempeño entre los principales mercados europeos el martes.
Las medidas anunciadas el martes marcan un paso dramático por parte de España, ya que los gobiernos de toda Europa intentan financiar políticas para ayudar a los hogares con el empeoramiento de la crisis del costo de vida. La inflación en la zona del euro ya está cerca del 9%, mientras que la tasa de España está en el 10%. Otros gobiernos también respondieron al apretón, incluido Francia, que está analizando cómo podría extender un escudo de tarifas energéticas el próximo año para los hogares más pobres.
El plan se suma a los 9.000 millones de euros que Sánchez anunció hace poco más de dos semanas cuando el aumento del costo de la vida hizo mella en su popularidad. Desde que la inflación comenzó a acelerarse a fines de 2021, el gobierno ha gastado alrededor de 30 mil millones de euros en medidas contra la crisis.
“Necesitamos compartir el peso de esta crisis con justicia, y no como la última, que cayó sobre los más vulnerables”, dijo Sánchez.
A partir de la 1:45 p. m. en Madrid, CaixaBank SA se había desplomado un 9%, BBVA un 5,9% y Santander un 4,8%.
“Esto no se esperaba en absoluto y es otro aspecto negativo para los bancos en un momento en que se avecina el riesgo de recesión”, dijo por teléfono el analista de KBW Daragh Quinn. “Los márgenes de los bancos españoles disminuyeron con las tasas de interés negativas y ahora que ese negocio estaba a punto de repuntar a medida que suben las tasas, el gobierno participa. Sin embargo, no hay mucho que puedan hacer.
Políticamente, el impuesto podría aliviar las tensiones entre Sánchez y su socio de coalición, el partido de extrema izquierda Podemos, que ha exigido una reforma fiscal más amplia para gravar las empresas que cotizan en bolsa y las grandes fortunas.
La presión sobre las familias ayudó al conservador Partido Popular a derrotar a los socialistas de Sánchez en las elecciones regionales en Andalucía hace una semana. La derrota en el bastión histórico de los socialistas destaca los desafíos que enfrenta para retener el poder en las elecciones generales que se esperan para fines de 2023.
