Por Alejandro Villegas…
La determinación del máximo tribunal en torno al presupuesto 2022 del INE, que fue aprobado por la Cámara de Diputados representa un revés para el ciudadano presidente.
La orden de reponer el presupuesto del INE, no admite alternativa y, en consecuencia, los recursos contemplados para el presente año tendrán que revisarse y con ello, se marca la senda de lo que sucederá en torno al presupuesto 2023.
La Primera Sala de la Suprema Corte avaló la controversia que interpuso el INE, por el recorte de 4 mil 913 millones de pesos, al presupuesto que había solicitado el árbitro electoral para 2022.
El plazo concedido a la Cámara de Diputados para que analice y apruebe de nueva cuenta el presupuesto del INE 2022, parece suficiente, pero hay que ser claros, porque pasada la consulta de Revocación de Mandato, así como las elecciones del 5 de junio, en seis estados, se aprecian pocas posibilidades de que se otorguen mayores recursos al organismo electoral.
De hecho, la orden de reponer el presupuesto del INE está lejos de ser percibida con agrado por el ciudadano presidente y el ala legislativa de Morena, sin duda será utilizada para reforzar los argumentos en pro de la reforma electoral que se encuentra en proceso de ser aprobada.
El ciudadano presidente cuestionará la determinación de la Primera Sala del máximo tribunal, así como a los consejeros electorales, con el propósito de justificar la pretensión de contar con un organismo más ciudadanizado y austero.
Y en la misma sintonía, el ala legislativa de San Lázaro cumplirá con el mandato del máximo tribunal, pero ello no implica de manera obligada que se repongan los recursos, por lo que desde ahora puede advertirse que mantendrán el recorte.
En consecuencia, la determinación de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene más estridencia que efectividad, en lo que hace a la dotación de los recursos solicitados por el INE para el presente año.
Austeridad
El ciudadano presidente señaló que de la austeridad republicana se pasará a la pobreza franciscana.
Advierte con ello, de manera indirecta, la existencia de un panorama complicado para el país, en el ámbito económico, que sin duda complicará el bienestar de millones de familias y ampliará el número de pobres en el plano nacional.
