Por Alejandro Villegas..
El reproche que el ciudadano presidente lanzó, en el marco de su gira por países de Centroamérica y el Caribe, al presidente Biden por enviar recursos económicos a Ucrania y no destinarlos a los programas sociales que promueve para disminuir las causas de la migración, de entrada carece de un posñble efecto inmediato.
Más allá del aplauso fácil y el respaldo de sus anfitriones, lo evidente es que el ciudadano presidente está muy lejos de obtener el cuantioso financimiento que requiere su proyecto basado en los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el futuro.
Difícilmente la administración Biden destinará recursos a una acción de proselitismo que fortalecerá, ante todo, la imagen del ciudadano presidente y que lo podría catapultar como líder regional.
Si lo que pretende el ciudadano presidente es chantajear a su homólogo estadounidense y consolidar el proyecto de expansión territorial de la 4 T, puede sentarse en Palacio Nacional a esperar.
Con reproches y chantajes no conseguirá nada de la administración Biden.
Salud
El proyecto de federalizar y unificar los servicios de salud, para toda la población y garantizar el abasto de medicamentos pone de manifiesto el centralismo de la 4T.
Una acción que puede parecer adecuada, pero que en esencia es contraria al más puro espíritu federalista.
