Por Alejandro Villegas..
La aseveración del ciudadano presidente de que ningún periodista será perseguido o censurado, resulta por decir lo menos incomoda para no pocos ciudadanos e integrantes del gremio.
Frente a la abierta confrontación que sostiene con Carlos Loret de Mola, esas palabras más que aclarar el panorama confunden a la colectividad.
Ciertamente no se referia directamente a Loret de Mola, sino a la eventual salida de Ciro Gómez Leyva del noticiario nocturno que conduce.
Pero la expresión es general no específica, y como tal debe tomarse como una norma general, que contrasta con la realidad que se percibe.
Por decir lo menos el respeto a la libertad de expresión y el adecuado uso del derecho de réplica está en entredicho.
Si el ciudadano presidente tiene alguna discrepancia con el trabajo periodístico de Carlos Loret de Mola, existen canales legales y administrativos para encausarla.
En este punto hay que reconocer que el ejercicio periodístico tiene límites, como los tiene el ejercicio de cualquier cargo público.
Y todo indica que el ciudadano presidente desde la óptica del quehacer periodístico se ha excedido al asumirse como víctima de una conspiración sistemática, que se proyecta contra el señalamiento de que ningún periodista será perseguido o censurado.
Promoción
La determinación del máximo tribunal electoral que establece que el ciudadano presidente debe abstenerse de promover la consulta de revocación de mandato es clara.
Ahora solo falta que el ciudadano presidente la acate, aunque en realidad eso está lejos de suceder.
