Por Alejandro Villegas…
Los resultados de encuesta con la que el ciudadano presidente se ufana del respaldo ciudadano a su permanencia en poder se aprecian endebles.
Los entre 1500 o 1600 participantes vía telefónica, parecen un referente poco confiable, por más que se sostenga que fue a nivel nacional. Y el ciudadano presidente refiera que solo lo más desvalidos no tienen teléfono, tratando quizá de referir que otros niveles socioeconómicos también lo respaldan.
La encuesta realizada, de acuerdo al dicho del ciudadano presidente, por personal de la Secretaría de Gobernación y de la Presidencia, sin el aval de una casa especializada del sector privado, que respalde su validez, al menos es cuestionable, por más que se apele a la ética.
Más allá de que se trate o no de una encuesta patito o que pueda o no estar cuchareada, habría que ver si cumple o no con los parámetros que se piden a las casas encuestadoras para que sus resultados, amén de objetivos cuenten con un margen aceptable de credibilidad.
El ciudadano presidente trata de proyectar certeza y representatividad nacional a un máximo de 1600 participantes, en una acción más de efectismo político.
De ahí que ante los resultados de esa encuesta, como el ciudadano presidente refirió en alguna ocasión, haya que buscar en nuestro derredor con mucho cuidado, al tonto que lo crea.
Lo cierto es que adelantándose a la consulta que promoverá el próximo año, el ciudadano presidente se obsequió un auto apapacho que a todas luces se antoja, como una sobada después de los resultados del pasado 6 de junio
Adversarios
El mensaje del ciudadano presidente en ocasión del tercer aniversario de su triunfo en la elección de 2018, fue más que parco, quizá porque no había mucho que decir.
Entre lo rescatable su visión sobre sus adversarios políticos, a los que dijo no se trata de aniquilar.
