En una mañanera de “va de nuevo,” el presidente López Obrador trata por segunda vez de meter en cintura a los empresarios y productores responsables de los precios de la canasta básica; a cambio de este nuevo acuerdo, les baja la luna y las estrellas con el objetivo de frenar los aumentos de aquí a febrero.
Luego de llamarlos aliados del pueblo y con dimensión social, “podemos mostrar qué empresas son y los nombres…” el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, explicó que “los firmantes contarán con una licencia única y universal por lo que se suspenderá la revisión de toda regulación que impide o encarece la importación de alimentos o insumos y su movilidad, además de que se eliminarán los aranceles y cualquier otra barrera no arancelarias…Las empresas se comprometen a llevar a cabo la revisión necesaria que los alimentos que importan sean de calidad y se encuentren libres de contingencias…”
Además, dijo que en este plan el gobierno seguirá con su política de contención de precios a los combustibles y electricidad puesta en marcha desde 2018, se congelarán las tarifas de autopistas hasta el 28 de febrero de 2023 y también se cancelará la exportación de maíz blanco, frijol, sardina y chatarra de aluminio y acero y se analizará extender esta limitación a otros productos. Comentó que el precio total de la canasta básica de 24 productos para una familia de 4 personas estará en un precio máximo de 1039 pesos, de los otros productos no dijo nada.
