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15 de noviembre de 2025 10:35 pm
Marcha de la Generación Z se torna violenta por infiltrados

Marcha de la Generación Z se torna violenta por infiltrados

*La manifestación de la Generación Z, inicialmente pacífica, fue interrumpida por grupos de encapuchados que protagonizaron enfrentamientos con la policía.

*Los participantes acusaron a los infiltrados de intentar desvirtuar el propósito original de la protesta de la Generación Z, que buscaba expresar el descontento con el sistema político y social del país.

Por Diego Gastélum

Ciudad de México.- Una marcha convocada por jóvenes de la Generación Z en el Zócalo de la Ciudad de México, que originalmente tenía como objetivo manifestar el descontento contra la violencia y la corrupción del país, dio un giro inesperado después de que grupos de personas se infiltraran en la protesta para violentarla. Estos se enfrentaron a la policía al intentar derribar las vallas de seguridad alrededor de Palacio Nacional.

La manifestación, que comenzó de manera pacífica, inicialmente fue una expresión de hartazgo hacia los partidos políticos tradicionales —PRI, PAN y Morena—, reflejando el descontento de una generación que pide un cambio en el sistema político y social de México. Los asistentes, en su mayoría jóvenes, reclamaron una mayor justicia, seguridad, acceso a la salud y, sobre todo, un país libre de impunidad y corrupción.

Sin embargo, la situación se tensó cuando un grupo de personas, aparentemente ajenas a la movilización original, intentaron derribar las vallas metálicas que resguardan Palacio Nacional. Esto derivó en enfrentamientos directos con la policía que les arrojaba gas lacrimógeno. A medida que la multitud se concentraba frente al recinto presidencial, las fuerzas del orden se vieron desbordadas por el tamaño de la movilización y la creciente presión de los manifestantes.

Uno de los asistentes quien se identificó como José Armando señaló que los hombres que se infiltraron a la manifestación estaban distribuyendo bombas molotov y no formaban parte de su marcha. «A ellos los mandó el partido en el poder para reventar nuestra marcha», aseguró. Este comentario refleja la preocupación de algunos marchistas de que la protesta pacífica estuviera siendo utilizada con fines ajenos a sus demandas para desacreditarla.

La situación en el Zócalo continuó intensificándose, con la multitud presionando contra las vallas de seguridad. La policía luchaba por mantener el control, pero el número de manifestantes parecía superar a las fuerzas de seguridad disponibles. Actualmente, el Zócalo sigue lleno y la tensión se mantiene en aumento.

El saldo de la protesta aún está por determinarse, y se espera que las autoridades ofrezcan información sobre los daños materiales, posibles detenciones y otros incidentes ocurridos durante la movilización.

Un grito de hartazgo generalizado

A pesar de la violencia que empañó la movilización, el mensaje principal de la marcha sigue siendo claro: un rechazo generalizado hacia el sistema político actual, al que los manifestantes acusan de perpetuar la desigualdad, la inseguridad y la impunidad. Como una de las consignas más repetidas por los asistentes, se expresó que el hartazgo no es contra un solo gobierno, sino contra una forma de gobernar que ha dejado «heridas, miedo y desigualdad» durante décadas.

«Lo que queremos es un país que funcione, no cambiar de partido, sino cambiar la forma en que vivimos el país», afirmó Lourdes Elizabeth Magaña Gutiérrez, una usuaria de Facebook que participó en grupos afines a la marcha, quien resumió el sentir de muchos jóvenes que buscan un cambio en el sistema político sin importar los colores o las ideologías partidarias.

«Queremos instituciones fuertes, decisiones colectivas y una gobernanza compartida», agregó Magaña, destacando que la demanda central de la marcha es una transformación profunda en la manera en que se elige y se forma a los dirigentes, buscando un país donde el poder no sea un privilegio, sino un servicio al pueblo.

La marcha de este sábado en el Zócalo es un claro reflejo de un descontento generalizado entre las nuevas generaciones, quienes buscan una transformación estructural en el país, lejos de los partidos políticos tradicionales, que ya no representan la esperanza de cambio que México necesita.

La policía echó gas lacrimógeno a los manifestantes para impedir que se acercaran a las vallas de Palacio Nacional. Foto: @24Jaavier

Lo que sigue

Se espera que, tras la finalización de la marcha, las autoridades inicien el recuento de los daños materiales y proporcionen información sobre el número de detenidos y otros incidentes relacionados con los altercados ocurridos durante la protesta. Mientras tanto, el clima de tensión sigue en el corazón de la Ciudad de México, con la mirada puesta en el desenlace de una jornada que comenzó como una manifestación pacífica.

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