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18 de octubre de 2025 12:23 pm
Detección de cáncer en perros y gatos: Revisión oportuna y medicina preventiva

Detección de cáncer en perros y gatos: Revisión oportuna y medicina preventiva

Con el paso de los años, nuestras mascotas empiezan a mostrar señales de envejecimiento que suelen ser normales, como el incremento en las horas de sueño o la aparición de canas en su pelaje. Sin embargo, la proliferación de quistes o masas anormales, la pérdida de peso inexplicable o las heridas que no sanan, podrían ser, en algunos casos, signos de que nuestros fieles compañeros pueden desarrollar tumores malignos. O incluso cáncer.

El Dr. Fausto Reyes Delgado, Director Médico del Hospital Veterinario UNAM-Banfield, institución médica que durante 20 años en México ha procurado la salud de pequeñas especies mediante la medicina preventiva, señala que el cáncer de mama es uno de los más comunes en perros. “No todos los perros geriátricos desarrollarán cáncer” , aclara el especialista. “Pero si llegara a suceder, es esencial comprender cómo esta enfermedad puede afectarlos”.

Factores como la edad avanzada, la predisposición genética (razas como el Bóxer, Cobrador Dorado Golden Retriever o Rottweiler tienen mayor riesgo), y los factores ambientales, como la exposición a ciertos químicos o radiación, contribuyen a este panorama. La clave para el manejo de esta enfermedad radica en la detección temprana y la prevención por parte de los tutores.

El especialista veterinario recalca: “Llevar a las mascotas a revisión por lo menos dos veces al año es clave para la detección oportuna” . La presencia de sangrado o secreción anormal, cojera o rigidez persistente, dificultad para respirar o toser, mal aliento (Halitosis) o babeo excesivo, dificultad para orinar o defecar, decaimiento y letargo (apatía), dolor o molestias al palpar alguna parte del cuerpo, podrían ser signos de la existencia de algún tipo de cáncer.

Sin embargo, “es vital recordar que esos signos no siempre son sinónimo de cáncer, pero sí deben motivar una consulta veterinaria” , precisa el Dr. Reyes. Los primeros signos son, a menudo, los llamados síndromes paraneoplásicos. El diagnóstico certero se realiza mediante análisis de sangre, orina, radiografías, ultrasonidos o tomografías.

Uno de los signos más importantes a vigilar es la aparición de bultos en áreas como el cuello, las ingles o detrás de las rodillas, donde se encuentran los linfonodos también llamados ganglios linfáticos, que pueden reaccionar rápidamente ante una inflamación, incluido el cáncer, aconseja el Médico Veterinario.

Existen dos tipos principales de tumores malignos, según su origen celular embrionario:

  • Tumores epiteliales, que se desarrollan a partir de glándulas y conductos glandulares. En hembras, los tumores de glándula mamaria son de los más comunes, y su riesgo puede reducirse mediante la esterilización temprana, antes del primer celo. En machos, un tumor frecuente es el de la próstata, que también puede prevenirse con la esterilización.
  • Tumores mesenquimatosos, de mayor agresividad, crecen rápidamente e incluyen tumores óseos (osteosarcoma) y de tejido fibroso (fibrosarcoma).
    El cáncer más común en perros es el linfoma, que afecta al sistema inmunológico, específicamente a los linfocitos.

La oncología veterinaria está en constante avance, lo cual ha sido posible gracias al desarrollo tecnológico y a la medicina basada en evidencia (misma que se practica en el Hospital). Estos avances combinados con la observación en casa y la detección oportuna, permiten que los ejemplares gocen de una excelente calidad de vida e incluso vivir por años después del diagnóstico.

“Tu médico veterinario, con el diagnóstico en mano, será tu mayor aliado en la gestión de esta enfermedad. Juntos trabajarán para garantizar el bienestar y la calidad de vida de tu mascota en este difícil proceso” , concluye el Doctor Reyes Delgado.

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