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22 de septiembre de 2025 1:55 pm
Entre el Sinaloa y el CJNG: los negocios de ‘Marco Santelices’

Entre el Sinaloa y el CJNG: los negocios de ‘Marco Santelices’

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*Contratos millonarios, espectáculos e inmobiliarias son parte del engranaje que mueve Marco Santelices con operadores del Cártel de Sinaloa y del CJNG en Baja California.

Por Guadalupe Lizárraga

SAN DIEGO / Rosarito, Baja California. — La figura de Marco Antonio Moreno Gómez Santelices emerge como un engranaje estratégico en la frontera noroeste de México, en medio de dos grupos criminales que Estados Unidos ha catalogado como organizaciones terroristas. Empresario de espectáculos, inmobiliario y de seguridad tecnológica, al mismo tiempo aparece inscrito en la lista de publicidad institucional de la Fiscalía de Baja California como reportero con acceso a información reservada. En el primer trimestre de 2025, obtuvo de esa institución contratos por 3.7 millones de pesos.

Moreno Gómez Santelices se ha convertido en una bisagra del poder en el estado: conecta, con actos y documentos, a operadores del Cártel de Sinaloa (CDS) y del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), dos rivales que, pese a su confrontación, replican la misma arquitectura empresarial para mover capital e influencias.

Ese doble juego ─empresario y reportero, proveedor del Estado y promotor de espectáculos─ convierte a Marco Antonio Moreno Gómez Santelices en la llave de entrada al círculo de Fernando Rafael Salgado Chávez, empresario que ha levantado una red de fraccionadoras y negocios inmobiliarios desde Ensenada y Rosarito, Baja California.

Bajo el paraguas de Grupo LAGSA y su desarrollo Chardonnay, Salgado opera con un mismo patrón: proyectos de lujo, marketing aspiracional y vínculos binacionales que se proyectan hasta San Diego y Florida con las estructuras de las LLC que operan con La Red Fimbres.

El vector CJNG: la red inmobiliaria de Salgado

Fernando Rafael Salgado Chávez ha montado desde Rosarito una red de negocios inmobiliarios y de marketing que constituye la mitad de la bisagra. Bajo el paraguas de Grupo LAGSA y su desarrollo Chardonnay, opera fraccionadoras como San Marino, Mar de Calafia, Mar de Popotla y Baja Blue, todas con un mismo domicilio operativo en el kilómetro 19.5 de la carretera libre Tijuana–Ensenada. Estos proyectos funcionan como vitrinas de lujo para atraer a compradores locales y transfronterizos.

A esta estructura se suma el branding aspiracional del golf. El torneo “Chardonnay Masters Tournament”, organizado en Bajamar con contacto directo de la empresa, ejemplifica cómo la imagen corporativa de LAGSA se asocia al deporte para conquistar audiencias binacionales. Aunque no existe relación con el Masters de Augusta, la narrativa deportiva ha servido como ancla de prestigio y mercadeo en la región.

Fernando Salgado promocionando el evento de golf, entre los arrobados Marco Santelices.
Fernando Salgado promocionando el evento de golf, entre los arrobados Marco Santelices.

En paralelo, el entramado se expande hacia San Diego, donde Salgado opera con Gustavo Fimbres a través de Fimbres Consulting Group Inc. y ha colocado capital en LLC registradas en Florida. Estas sociedades funcionan como vehículos financieros para mover recursos de alto valor en el mercado inmobiliario estadounidense, muchos de ellos vinculados a políticos, empresarios y funcionarios públicos.

Los vínculos de Alvaro Vidal Velazco con Fernando Salgado en la Red Fimbres.
Los vínculos de Alvaro Vidal Velazco con Fernando Salgado en la Red Fimbres. Fuente: Los Ángeles Press / Guadalupe Lizárraga

La sociedad Salgado – Velazco en Jalisco

El historial empresarial de Álvaro Vidal Velazco Castro muestra una red que va mucho más allá de los negocios formales. En San Diego, California, figura como titular de la marca Pegaso Packing, con oficinas en Los Ángeles, en Nogales Arizona y Medley Florida. En Ensenada, sus intereses se diversifican en salones de fiestas, tiendas comerciales bajo el nombre de Ópera, transporte, renta de mobiliario y la plaza Mare, a unos metros de la sede del gobierno estatal. Su sociedad con Fernando Rafael Salgado Chávez quedó asentada en el Registro Público de Comercio de Jalisco a través de Grupo Xavkar, S.A. de C.V., con un acta que aprobó la venta de la totalidad de las acciones a su favor. La sociedad en una empresa de lavado y lubricado de autos y camiones. En el documento se asentó: “Se aprueba la venta de la totalidad de las acciones propiedad, a favor de los señores Álvaro Vidal Velazco Castro y Fernando Rafael Salgado Chávez”. En esa sociedad, Álvaro Vidal Velazco Castro quedó designado como administrador único de la sociedad y Fernando Rafael Salgado Chávez recibió un poder general para pleitos y cobranzas.

A esta red se suman propiedades como un condominio de lujo en la torre Entremar, en El Sauzal, y los negocios familiares ligados desde hace años al tráfico de mercancía —ropa, zapatos de origen chino, bisutería y contrabando que circulaba en varios estados del país—.

En 2020, el asesinato de Gil Alberto Velazco Castro, en medio de la pugna entre el Cártel de Sinaloa y el CJNG por el control de Ensenada, dejó expuesta la vulnerabilidad de esa estructura. No obstante, la familia continuó expandiendo inversiones hacia cervecerías artesanales, restaurantes, espectáculos y gimnasios, incluso tras antecedentes como el decomiso histórico de 9.3 toneladas de marihuana en 2008 en la Hacienda San Carlos, dentro de una propiedad vinculada a los Velazco.

El papel de Santelices

La posición de Marco Antonio Moreno Gómez Santelices resulta central para este engranaje. Su doble condición de empresario de espectáculos e inmobiliario, además de proveedor de tecnología de seguridad, lo conecta con el grupo de Salgado. Los contratos millonarios de la Fiscalía General del Estado de Baja California —ya mencionados en una entrega anterior— refuerzan su acceso privilegiado a las autoridades de seguridad, lo que le ha permitido convertirse en facilitador de agendas entre Salgado y el ámbito político-institucional.

Santelices ha fungido como promotor de proyectos del grupo La Familia Presenta y ha extendido su influencia a organismos empresariales como Coparmex Tijuana y el Consejo de Desarrollo de Tijuana (CDT). Uno de sus centros de operaciones se ubica en el edificio BH, en la Zona Río de Tijuana, desde donde articula su participación tanto en el mundo empresarial como en la esfera política.

Edificio donde tiene una oficina Marco Antonio Moreno Gomez.
Edificio donde tiene una oficina Marco Antonio Moreno Gomez Santelices.

El vector Sinaloa: la red de González Lomelí

El 18 de septiembre de 2025, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos incorporó a Jesús González Lomelí en su lista de sancionados como operador financiero de la facción de Los Mayos en Rosarito. La designación lo vinculó con una constelación de bares, restaurantes y empresas de espectáculos ─El Rey de los Cantaritos, Cavally Antro & Bar, Coco Beach Bar, Sunset Servicios Gastronómicos y J&R Operadora de Espectáculos─ señaladas como fachadas para el lavado de dinero. En su expediente, Washington lo perfila como pieza clave en el flujo de capitales del Cártel de Sinaloa, responsable de canalizar millones de dólares a través de negocios aparentemente lícitos.

En Jalisco, González Lomelí tiene como representante legal a Martha Bibiana Martínez Barajas, apoderada legal de Gotoco Alimentos Procesados S. De R.L. De C.V., conocido como «El Rey de los Cantaritos». Su trayectoria anterior en la Procuraduría General del Estado y en el Centro Nacional de Inteligencia revela un puente entre estructuras criminales y redes institucionales, un blindaje de relaciones que asegura protección y margen de operación.

Fragmento del curriculum de laapoderada legalde Gotoco Alimentos Procesados S. De R.L. De C.V.

La relación de Santelices con miembros del Cártel de Sinaloa no se limita a su cercanía actual con Jesús González Lomelí. Además de ese vínculo, es socio de Jorge Enrique Figueroa Barrozo, exfuncionario estatal convertido en proveedor de gobiernos panistas a través de diversas empresas de seguridad y consultoría.

Figueroa operó con razones sociales como Inteliproof S. de R.L. de C.V., dedicada a la venta de equipo táctico, blindaje e inhibidores, con la que incluso celebró un contrato en Baja California Sur por más de 10 millones de pesos bajo la fachada de camiones recolectores de basura. También participó en el Corporativo TekSeg, que en 2017 obtuvo contratos en Rosarito y Ensenada para la compra de patrullas y motocicletas, y con Innovatio Consultores, enfocada en la gestión de fondos gubernamentales.

Éste es uno de los contratos actuales de TekSeg con el Ayuntamiento de Tecate.

https://docs.google.com/gview?url=https://losangelespress.org/core/lapress/assets/pdfs/2025/09/22/santelices-1f9CfDeel.pdf&embedded=true

Fue precisamente en TekSeg donde aparece la sociedad con Santelices, quien en paralelo recibió del gobierno de Tijuana un contrato de 7 millones 450 mil pesos para la preselección de candidatos a la policía municipal. Estos antecedentes documentan que, antes de ser pieza clave en el engranaje de Fernando Salgado, Santelices ya había tejido alianzas empresariales con operadores asociados al Cártel de Sinaloa, confirmando una trayectoria de vínculos que lo colocan como bisagra entre ambos mundos.

La fotografía publicada por el propio Santelices en Instagram, donde posa con González Lomelí, es una muestra visible de esa cercanía. Incluso ambos comparten el mismo circuito de espectáculos en Rosarito y Tijuana. Mientras la OFAC documenta cómo las empresas de González Lomelí operan como vehículos de lavado de dinero, Santelices se presenta como organizador de ferias locales, como la de Tijuana, operando con la La Familia Presenta, de Fernando Salgado, y beneficiario de contratos millonarios de la Fiscalía estatal.

Jesús González Lomelí y Marco Santelices en su cuenta de Instagram.
Imagen original de Instagram de Santelices y González.
Imagen de Instagram del perfil de Santelices (izq.) y González Lomelí (der.).

La bisagra: un mismo patrón para dos cárteles rivales

La mirada sobre Marco Antonio Moreno Gómez Santelices revela un punto de convergencia inusual en la frontera noroeste de México. De un lado, la red inmobiliaria y de marketing de Fernando Salgado Chávez, vinculada al CJNG, que desde Rosarito se proyecta hacia San Diego, California, y los estados de Jalisco y Florida. Del otro, el aparato financiero de Jesús González Lomelí, sancionado por el Departamento del Tesoro como operador de Sinaloa, con su constelación de bares y operadoras de espectáculos en Rosarito y la representación legal de Martha Bibiana Martínez Barajas en Jalisco.

En conjunto, los casos de Fernando Salgado Chávez y Jesús González Lomelí muestran cómo dos organizaciones criminales rivales terminan desplegando esquemas empresariales casi idénticos: fraccionadoras e inmobiliarias con domicilios comunes, bares y operadoras de espectáculos como vehículos de caja, campañas de marketing aspiracional y compañías de papel en Estados Unidos.

En medio de estos dos grupos aparece Marco Antonio Moreno Gómez Santelices, legitimado por contratos públicos y con vínculos documentados en ambos frentes. Su trayectoria empresarial, sus relaciones previas con operadores sinaloenses y su rol actual en el círculo de Salgado lo convierten en el punto de intersección de dos redes que, aunque enfrentadas en el terreno criminal, comparten las mismas herramientas para mover dinero e influencia.

De izquierda a derecha: Marco Santelices, Jesús González Lomelí, Edwin Caz, y Fernando Salgado Chávez.

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