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10 de septiembre de 2025 10:43 pm
CULTURA DE PAZ, LA RESPUESTA DE LA UNAM A VIOLENCIAS NORMALIZADAS, EXCLUSIONES PERSISTENTES E INCERTIDUMBRE QUE ATRAVIESAN LAS JUVENTUDES: EL RECTOR LOMELÍ

CULTURA DE PAZ, LA RESPUESTA DE LA UNAM A VIOLENCIAS NORMALIZADAS, EXCLUSIONES PERSISTENTES E INCERTIDUMBRE QUE ATRAVIESAN LAS JUVENTUDES: EL RECTOR LOMELÍ

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· La educación pública y autónoma debe ser un catalizador de diálogo, cooperación, pensamiento crítico que fortalezcan la cohesión social, indicó Leonardo Lomelí Vanegas

· Hacer de la cultura de paz una política institucional, educativa, es un gran mensaje para toda la comunidad académica, señaló Rigoberta Menchú

· El diálogo es el mejor camino para hacer frente a los retos globales, así como el apoyo irrestricto al multilateralismo y al derecho global, dijo Dag Nylander

La voluntad colectiva de nuestra Universidad para responder a una realidad marcada por violencias normalizadas, exclusiones persistentes y la incertidumbre que atraviesan las juventudes de nuestro país, es lo que nos convoca a inaugurar la Primera Semana Nacional de Cultura de Paz, afirmó el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Leonardo Lomelí Vanegas.

“Nos convoca la urgencia de escuchar, de abrir canales de comunicación y de transformar ese panorama para reafirmar la tolerancia, la solidaridad y el respeto como principios compartidos que orienten nuestra vida en común”, expresó en compañía de la Premio Nobel de la Paz 1992 e investigadora extraordinaria de la UNAM, Rigoberta Menchú Tum; así como del embajador designado de Noruega en México, Dag Nylander.

Así, la Universidad Nacional asume un compromiso activo y responsable, consciente de que la educación pública y autónoma debe ser un catalizador de diálogo, cooperación, pensamiento crítico e implementación de alternativas que fortalezcan la cohesión social, destacó el rector Lomelí.

Este encuentro refleja la voluntad colectiva de la UNAM para responder a una realidad marcada por violencias normalizadas, exclusiones persistentes y la incertidumbre que atraviesan las juventudes de nuestro país, añadió.

“La UNAM ha dado pasos firmes en este camino. Ha incorporado, recientemente, asignaturas de Cultura de Paz en bachillerato y licenciatura, y ha fortalecido la formación en mediación y resolución pacífica de conflictos Este ciclo escolar, casi 36 mil estudiantes de nivel medio superior participaron en un taller introductorio, guiados por 400 académicas y académicos”, refirió.

Expuso que de acuerdo con el Global Peace Index 2025, los niveles internacionales de paz atraviesan su punto más bajo desde que se tiene registro. Hoy existen 59 enfrentamientos activos entre Estados, el mayor número desde la Segunda Guerra Mundial, con más de 150 mil muertes relacionadas con enfrentamientos tan solo en 2024. A ello se agrega que 110 millones de personas viven desplazadas y que el impacto económico asciende a casi 20 billones de dólares, equivalentes al 11.6 por ciento del producto interno bruto global.

La cultura de paz, agregó, no debe asumirse como un ideal abstracto, sino como una práctica diaria, una política educativa y un horizonte compartido para edificar un presente más justo y un futuro digno. “Nuestra determinación es impulsar una educación que otorgue las herramientas que nos permitan resolver diferencias y alcanzar consensos, promoviendo el respeto a los derechos humanos, la inclusión, la sustentabilidad y la erradicación de toda forma de violencia. El propósito central es construir una paz que esté presente en todos los espacios públicos y privados”.

Sembrar diálogo

En el auditorio Alfonso Caso, la Premio Nobel, Rigoberta Menchú hizo un reconocimiento a la UNAM por su liderazgo para hacer de la cultura de paz una política institucional, educativa.

“Es un gran mensaje para toda la comunidad académica”, manifestó al tiempo que externó el compromiso de los asistentes para acompañar las iniciativas que impulse la Universidad Nacional, a fin sembrar el diálogo y cosechar cultura de paz.

Ante los exrectores Francisco Barnés de Castro y José Narro Robles, subrayó que de cara a los escenarios de conflictos que se viven en el orbe, se deben proponer soluciones y una de ellas es la enseñanza, que es el legado, la huella más grande que se le puede dejar a las futuras generaciones.

En tanto, el embajador Dag Nylander precisó que la paz y la reconciliación son el corazón de la labor que desempeñan los diplomáticos noruegos en el mundo. Asimismo, puntualizó que a su nación y a México las unen muchas cosas, entre ellas las que garantizan la cultura de paz:

“La creencia en que el diálogo es el mejor camino para hacer frente a los retos globales y el apoyo irrestricto al multilateralismo y al derecho global. En otras palabras, citando a uno de los grandes personajes de la historia mexicana, se trata de la convicción de que entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Previamente la directora del Programa Universitario sobre Cultura de Paz y Erradicación de las Violencias, Leticia Cano Soriano, aseveró que en el orbe se viven desigualdades, violencias sociales y pobrezas, y la capacidad de resistencia no basta para hacer frente a las injusticias y la desprotección de la vida y la dignidad humana.

Estas realidades sociales, añadió, exigen respuestas y es inevitable cuestionarse si este es el planeta que queremos heredar a las presentes generaciones y a las venideras. 

“La respuesta es no. Por tanto, es fundamental construir, impulsar y promover espacios de participación colectiva como al que hoy nos convoca la Universidad de la nación, representa una oportunidad inmejorable que significa mucho para quienes creemos que un mundo mejor es posible, por supuesto que sí”, apuntó.

De igual forma, el coordinador de Proyectos Especiales de la Rectoría de la UNAM, Néstor Martínez Cristo, detalló que la cultura de paz fomenta ambientes de justicia y dignidad, en apego a los principios de respeto a los derechos humanos, la no violencia, la tolerancia, la diversidad, la cooperación, la solidaridad y, desde luego, la educación para la paz es una semilla que, bien cuidada, habrá de germinar en nuestro país.

En la inauguración estuvieron la coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, Rosa Beltrán Álvarez; así como los presidentes de la Junta de Gobierno y la Junta de Patronos, Renato González Mello y Mario Luis Fuentes Alcalá, respectivamente, entre otras autoridades.

Habrá tres conferencias magistrales y ocho paneles, en los que participarán, entre otros, dos premios nobel de la paz; y a manera de acompañamiento a la Semana Nacional de Cultura de Paz habrá decenas de actividades culturales, recreativas y deportivas.

Paz digital

En la conferencia magistral de apertura, Olimpia Coral Melo Cruz, defensora de espacios digitales libres de violencia para mujeres y niñas, sostuvo que existe un colonialismo digital, incluso un monopolio algorítmico sustentado en anglicismos y alfabetismos técnicos que además abonan a la brecha digital. 

Presentada por el coordinador de Humanidades de la UNAM, Miguel Armando López Leyva, la activista e impulsora de la legislación pionera contra la violencia digital que lleva su nombre, reiteró que el algoritmo tiene un sesgo patriarcal porque reproduce desigualdad estructural entre hombres y mujeres.

Reconoció la iniciativa de la Universidad de la nación a favor de la paz y refrendó su lucha por una vida libre de violencia digital. De acuerdo con cifras del Frente Nacional para la Sororidad en México, enfatizó, 95.3 por ciento de las víctimas son mujeres y 80.4 por ciento de quienes agreden son varones.

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