Washington D.C.– En un mensaje transmitido desde la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que los ataques contra instalaciones nucleares iraníes fueron “un éxito militar total”, y advirtió que podrían repetirse si Teherán no cesa las hostilidades. “Habrá más, más fáciles y más letales”, sentenció.
El mandatario aseguró que la ofensiva —realizada sin la autorización del Congreso— desmanteló infraestructura clave de los sitios de Fordow, Natanz e Isfahán, y que todos los aviones estadounidenses regresaron ilesos. “Ahora es el momento de la paz”, declaró, en aparente contradicción con la demostración bélica.
En su mensaje, Trump agradeció al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por la cooperación en lo que calificó como “una acción estratégica conjunta para proteger la seguridad global”. Sin embargo, enfatizó que EE.UU. no busca una guerra prolongada, y delegó en Israel el desarrollo posterior del conflicto.
La declaración provocó reacciones inmediatas. Fuentes diplomáticas europeas han externado temor por una escalada regional, mientras en el Congreso estadounidense aumentan las críticas por la falta de transparencia y consulta en la toma de decisiones.
Grupos de seguridad nacional han alertado sobre posibles represalias iraníes en bases militares en Medio Oriente, atentados contra representaciones diplomáticas y riesgos en el Estrecho de Ormuz, ruta clave del transporte energético global.
Mientras tanto, analistas advierten que el movimiento podría tener repercusiones negativas para la economía estadounidense y la popularidad de Trump, particularmente entre su base nacionalista que rechaza cualquier intervención exterior.
