El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó el jueves con imponer “en breve” un arancel del 200% a todos los vinos y productos alcohólicos procedentes de los países representados por la Unión Europea (UE) si Bruselas no retiraba “de inmediato” el gravamen anunciado del 50% sobre el whiskey estadounidense.
En una publicación en la red “Truth Social”, el entonces inquilino de la Casa Blanca acusó a la UE de ser “una de las autoridades fiscales y arancelarias más hostiles y abusivas del mundo”, creada con el único propósito de “aprovecharse de Estados Unidos”.
En este sentido, advirtió que, si la UE no eliminaba “de inmediato” el arancel del 50% al whiskey procedente de EE.UU., impondría en breve un arancel del 200% “a todos los vinos, champanes y productos alcohólicos procedentes de Francia y otros países representados por la UE”.
“Esto beneficiará enormemente al sector del vino y el champán en Estados Unidos“, aseguró Trump en aquel entonces.
Desde Bruselas, la Comisión Europea declinó hacer comentarios sobre el anuncio de Trump, siguiendo su estrategia de actuar solo cuando la Administración norteamericana tomara decisiones en firme.
En todo caso, un portavoz comunitario consultado por Europa Press confirmó que el comisario de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, contactó con su homólogo estadounidense “inmediatamente después” de que la UE anunciara el miércoles las contramedidas y que “se estaban preparando llamadas” para abordar la situación.
Por su parte, el viceministro de Comercio Exterior y de la Diáspora Francesa, Laurent Saint-Martin, publicó en X un post en el que alertaba que Trump estaba “intensificando su guerra comercial”, pero que Francia “no cedería a las amenazas” y protegería su economía de la mano de Europa y sus socios.
SANCIONES DE RESPUESTA
La Unión Europea anunció este miércoles que impondría a partir del mes de abril aranceles por valor de hasta 26.000 millones de euros a una amplia gama de productos procedentes de Estados Unidos, en respuesta a los aranceles “injustificados” del 25% que Washington aplicaba a las importaciones de acero y aluminio europeo.
Bruselas estimó en unos 28.000 millones de dólares el impacto de los aranceles estadounidenses sobre el acero, el aluminio y productos derivados europeos, por lo que respondió con tasas a las importaciones de una variada gama de productos estadounidenses, que iban desde alimentos hasta marcas emblemáticas como el whiskey Bourbon o las motocicletas Harley-Davidson.
En todo caso, las contramedidas europeas no entrarían en vigor hasta el 1 de abril porque debían cumplirse varios pasos procedimentales, lo que dejaba cierto espacio para tratar de buscar un acuerdo con Estados Unidos.
La primera parte de los aranceles que preparaba Bruselas correspondía a los que se activaron en el pasado y que estaban suspendidos hasta el 31 de marzo, en virtud de un acuerdo con anteriores Gobiernos norteamericanos, por lo que entrarían en vigor el 1 de abril.
La segunda parte del paquete llevaría algo más de tiempo, y los servicios comunitarios estimaban que estaría todo listo para su aplicación “a partir de mediados de abril”.
