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15 de enero de 2025 1:02 pm
DISMINUCIÓN DE INFLACIÓN EN MÉXICO BENEFICIA A SECTORES MÁS POBRES

DISMINUCIÓN DE INFLACIÓN EN MÉXICO BENEFICIA A SECTORES MÁS POBRES

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  • Se espera que en los próximos trimestres siga a la baja, señaló Luis Fernando González
  • Los precios de los productos de la canasta básica se han mantenido, enfatizó

La inflación general anual de 2024 en México, que fue de 4.21 por ciento, es una noticia buena porque muestra que las políticas de nuestro país para reducirla van por buen camino; sin embargo, las presiones internacionales podrían alterar esta condición, consideró el académico de la Facultad de Economía de la UNAM, Luis Fernando González Martínez.

El universitario recordó en entrevista que recientemente el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que el Índice Nacional de Precios al Consumidor ubicó en 4.21 por ciento la inflación general anual correspondiente al año pasado. En 2023 fue de 4.66 por ciento.

El maestro en Economía y Desarrollo Sustentable por la UNAM expresó: la meta del Banco de México (Banxico) es estabilizar la inflación al 3 por ciento. Todavía falta, pero es importante notar que gracias a esto los precios de productos de la canasta básica se han mantenido y eso beneficia a la población con menores ingresos, pues este sector destina más de 50 por ciento de su gasto total en la compra de alimentos.

González Martínez precisó que la inflación se refiere al alza generalizada en los precios, que puede ser debido al aumento de dinero en circulación; o bien, en la cantidad de bienes y servicios que se demandan y que no pueden ser abastecidos u ofertados.

Dijo que en el reporte publicado por el INEGI se indica que ese 4.21 por ciento es una buena noticia, pues a diciembre de 2023 era de 4.66 y en 2022, de 7.82 por ciento. Pero no se debe confundir con una baja generalizada de los precios, sino interpretada como una desaceleración; es decir, una cosa es que los precios no suban, que su alza se reduzca, y otra que tiendan a bajar.

De acuerdo con el especialista, existen dos clases de inflación: subyacente y no subyacente. La diferencia principal es que la primera excluye a productos de alta volatilidad (energéticos, comodities, petróleo, etcétera). Al respecto, el INEGI indica que estos servicios registraron inflación en 0.51 por ciento.

González Martínez puntualizó que productos como papaya, tomate verde, cebolla, huevo o chiles bajaron de precio, en contraste con otros que aumentaron como el pollo; o por ejemplo también establecimientos como fonditas, loncheras, taquerías.

Hay que tener en cuenta que algunos, aunque se incrementa su importe, no necesariamente disminuye su demanda porque son indispensables para sobrevivir o llevar el día a día: alimentos, incluso cigarros. Consumimos la misma cantidad sin importar su precio, añadió.

Por otra parte, los llamados bienes de lujo como transportes aéreos, educación o salud privada aumentan sus costos, por lo que esto afecta a los grupos con mayores ingresos.

El también investigador comentó: se espera que en los próximos trimestres la inflación siga a la baja, pero a este panorama se deben sumar las presiones que se prevé ejerza el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha expresado su intención de incrementar los aranceles –impuestos a las exportaciones– por lo que será necesario estar atentos sobre qué sectores serán los afectados.

Específicamente, subrayó, el 25 por ciento de incremento que propuso afectará a las empresas que realizan exportaciones al vecino país del norte, como el sector automotriz, pero también se debe ver su impacto en los demás.

Cuando se incrementa el precio del petróleo o la gasolina, esto genera una espiral inflacionaria hacia otros productos como el transporte de alimentos, lo que debe también ser considerado a futuro, abundó.

Si las políticas de Trump no afectan demasiado, es probable que Banxico, como el organismo dedicado a definir la política de la tasa de interés en nuestro país pueda reducirla, y eso beneficiaría directamente a los ciudadanos porque estimularía el establecimiento de empresas en México, lo que implica -a mediano y largo plazo- aumentar las tasas de empleo.

La inflación, aclaró, está directamente relacionada con la política del Banco de México que es un organismo autónomo, por lo que poco pueden hacer los ciudadanos para incidir en ella.

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