Luis Sunderland Méndez…
En el Zócalo despacha la presidente, la doctora Sheinbaum; se le ve a gusto en su papel de vicepresidente. Para algunos, ella es una más de los gerentes, porque en el Legislativo hay tres más que están a su nivel. Cada día que pasa, se ve más claro que quien realmente está al mando, vive en La Chingada.Después de la amenaza de Trump a Canadá y a México con lo de los aranceles a todos los productos que exportamos ambos países a Estados Unidos, contrastan las diferentes reacciones entre los dos gobiernos.
Lo primero que hizo Justin Trudeau fue telefonear a Trump y empezar a arreglar las diferencias, y en cambio, Sheinbaum inició por presentar una carta en su mañanera -por cierto, con penosos errores-, que solo mostró su falta de oficio político y diplomático, tanto de ella, como de su equipo de asesores.
No se entiende que además de decirle a Trump: Tal vez usted no esté al tanto, sin reconocer que está hablándole al próximo hombre más poderoso del mundo, que no está enterado de algo que tiene que ver con su país, fue una gran torpeza, acompañada de arrogancia, invadida de ignorancia supina, que exhibe ella día tras día, y así están todos los demás gerentes que puso López para preservar su 4T.
Al día siguiente, le hizo una llamada directa a Trump, y después cada quien se valió de sus redes sociales para decir su versión. Fueron muy diferentes, y cada quien colgó el teléfono con ideas distintas. Trump sabe que dobló también a Sheinbaum y eso es lo importante para él. Ebrard ya tuvo que corregir la plana a su jefa y se echó para atrás en la amenaza de contestarles con aranceles. Una guerra comercial con ellos sería catastrófica para México, cuánta soberbia, qué falta de oficio. Trump cumplirá con lo del cierre de frontera, con la deportación masiva y con los aranceles.
Es muy grave no ver que Canadá pretende eliminar a México del T-Mec para hacer su propio tratado bilateral con los estadounidenses, es imperdonable que nuestro canciller esté dormido y no le dice a su jefa que Trudeau puede dejar de ser el primer ministro próximamente y que Pierre Poilievre, líder de la oposición, ya se pronunció por el fuera México, y cuidado, él tiene muchas posibilidades de ganar las elecciones. De la Fuente le debe de platicar que Doug Ford, Jefe de Gobierno de Ontario, expresó que el que midieran con el mismo rasero a los dos países era un insulto, solo para que vea lo que se le viene encima.
Trump violará el T-Mec con los aranceles, y México carece de autoridad moral para echárselo en cara, solo con la desaparición del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) -entre otros órganos ciudadanos-, el capítulo 18 del tratado se lo brincaron, entre otras violaciones más. Incluso se escuchan las voces
amenazantes para México de una “invasión suave”, que podría ser con drones que ataquen las guaridas de los cárteles o una intromisión de personal militar de élite estadounidense que secuestraran o liquidaran a los principales capos.
El arrogante Ebrard piensa que con los aranceles, los automóviles y camionetas armadas en nuestro país aumentarán su precio para los estadounidenses en 3 mil dólares, no entiende que a Trump eso no le importa, él quiere que las armadoras de esos vehículos se muden para allá.
Es cierto que los gringos tienen un grave problema de salud con las adicciones desbordadas y que el tráfico de armas a México es cada día más grave, pero eso no es importante para ellos, solo quieren blindar su frontera sur y aventarnos el problema, mandándonos cerca de un millón y medio de ilegales entre mexicanos, venezolanos, haitianos, entre otras nacionalidades.
Ya veo a la presidente victimizarse, pidiendo el apoyo a los mexicanos cuando se le venga encima la cargada del norte. Habrá que recordarle a ella y a Monreal su dicho, no dialogaremos con la oposición, solo con el pueblo bueno. Habrá que ver a Sheinbaum saltar del balcón central de Palacio, envuelta en la Bandera Nacional.
