DE: Calumnia

Por Alejandro Villegas…
Bien dicen que quien las hace no las tolera. De nueva cuenta el ciudadano presidente advierte que las calumnias no funcionan y condena su uso, en la esfera política.
Y con ello, fiel a su costumbre trata de darle la vuelta al señalamiento que hizo la ciudadana candidata Xóchitl Gálvez en torno al ciudadano Mario Delgado.
Por supuesto, no es la primera ocasión que el ciudadano presidente condena el uso de calumnias contra su administración o personajes ligados a la 4T, para hacer frente a cuestionamientos adversos.
Obviamente lo deseable es que quien hace el señalamiento asuma su responsabilidad y presente elementos que sustenten su dicho, pero para pedir hay que dar.
Para su desgracia, a lo largo de sus más de cinco años de gestión, el ciudadano presidente ha emitido una larga serie de expresiones sin mayor sustento que sus palabras y que no culminan en procesos jurídicos, que pueden catalogarse como calumnias sistemáticas.
En principio porque ha luchado contra conservadores e integrantes de la mafia del poder, sin que haya aprehendidos o procesados.
El ejemplo más relevante es el caso Odebrecht en donde al momento no se ha logrado concretar la aprehensión y sentencia de los presuntos culpables.
Los peces gordos que en su momento esperaría la ciudadanía que cayeran, no han surgido.
En tanto que en el plano personal ha cuestionado, sin mayores pruebas y consecuencias con periodistas, políticos e incluso empresarios.
Por donde se vea, la calumnia ha estado presente, pero aún sin probar que el señalamiento de la ciudadana candidata Xóchitl Gálvez es falsa, de inmediato es considerada como calumnia y con ello se busca darle la vuelta.
Audiencia
El dato es revelador y realista. Los tres debates presidenciales en conjunto fueron vistos por menos de 36 millones de votantes.
El que más audiencia tuvo no alcanzó los 13 millones de audiencia. Ese es el nivel de interés de la ciudadanía en las elecciones.