DE: Humanismo

Por Alejandro Villegas…
El desdén e indiferencia del ciudadano presidente para atender las causas sociales es cada día más notorio y deja ver cuál es su versión de humanismo mexicano.
Su negativa a recibir a la madre buscadora que pretendía hacerle entrega de la pala con la que ha buscado a los desaparecidos, entre ellos los suyos, aunada al señalamiento de que le dejara la pala en palacio nacional, solo reafirma el alejamiento del ciudadano presidente de las causas sociales.
De la misma forma, se negó a tener contacto con los damnificados de Acapulco, y con los padres de los normalistas de Ayotzinapa y sus abogados.
Al igual que no lo ha hecho en el caso de los familiares de los mineros de El Pinabete.
Y la lista puede ser más larga, lo que deja en claro que tiene una versión particular del humanismo, que debía no ser llamado solo mexicano, sino de la 4T.
Una cosa es que asegure que cuida la investidura presidencial y otra que incurra en acciones de desdén y abierta falta de sensibilidad.
A fin de cuentas, no cabe duda de que desde la comodidad del ejercicio del cargo público de ciudadano presidente, la situación del país y las causas sociales se aprecian de manera muy distinta de lo que antaño fueron vistas como oposición.
Desaparecidos
La ubicación de los desaparecidos, mediante el discurso puede reflejarse en la disminución oficial del número de personas desaparecidas, pero hasta donde se aprecia los colectivos que trabajan en la búsqueda se mantiene activa.
Mientras tanto los informes de localización no pasan de ser simples expresiones verbales y datos que solo tienen el sustento que les da la autoridad, y que contrasta con la evaluación social de la situación que en la materia prevalece en el país.