Por: Fernando Moctezuma Ojeda – @FerMoctezumaO
Querido lector: desde que este reportero se inició en el ejercicio de este noble oficio, como un modo de vida, allá por el 2016, como asistente en la redacción del diario El Sol de México, a mis veintipocos años tenía la vida llena de incertidumbres, pero una certeza estaba radiante: mi único compromiso sería con usted –la audiencia–, y en defensa de la verdad.
Esta frase: “mi único compromiso es contigo y en defensa de la verdad”, es más que un eslógan publicitario. Es, al menos para mí, un lema de vida y un legado que inculcaron en mí, tanto mi madre, Marcela Ojeda Castilla; como mi abuelo, Adrián Ojeda Román, cada uno desde sus respectivas trincheras, durante el tiempo que la vida me permitió gozar de ellos.
Quienes me conocen, o al menos han seguido mi trayectoria periodística, saben perfectamente que, para mí –como para cualquier otro periodista digno–, la credibilidad y veracidad son mi mayor activo. De nada vale haber transitado por grandes redacciones y estaciones radiales; ser hijo y nieto, o crear mi propio medio de comunicación, si no tengo un respaldo firme en el que apoyarme: mis valores y honestidad.
Todo esto se lo comento, querido lector, porque la semana que concluyó recibí reclamos de parte de las tres fuerzas políticas que hoy se baten en la contienda electoral; los tres, cuestionando si somos o no somos amigos, y si tengo o no “apuestas”, en favor o encontra de una u otra candidatura.
Mi respuesta es firme y contundente: mi apuesta es por la congruencia, la honestidad y la verdad.
En los cimientos mismos de cualquier sociedad democrática, yace el pilar fundamental del periodismo: la búsqueda implacable de la verdad y la realidad. En tiempos de tribulación, cuando los vientos de la desinformación soplan con furia, el papel del periodismo se eleva, o al menos eso intenta, como un faro en la oscuridad, guiando a la sociedad hacia una comprensión más profunda y una toma de decisiones informada.
En un océano de información, la verdad funge como nuestro faro, iluminando el camino hacia un entendimiento más lúcido y objetivo. Sin ella, nos encontramos perdidos en un mar de especulaciones y falsedades, vulnerables a las corrientes de la manipulación. El periodismo, en su esencia más pura, debe ser el guardián de esta verdad, incluso cuando las tempestades de la opinión y la polarización amenacen con oscurecer su resplandor.
La democracia y la prensa libre están entrelazadas de manera indivisible. La prensa libre sirve como un contrapeso vital para los excesos de poder, exponiendo la incongruencia, corrupción y manteniendo a los gobernantes –y aspirantes– bajo escrutinio constante. Sin una prensa libre y valiente, la democracia se marchita, dejando espacio para la opresión y la tiranía. Es por eso que debemos defender con firmeza la independencia de los medios de comunicación, protegiendo su capacidad para desempeñar su papel crítico en la sociedad.
El periodismo no es simplemente una profesión; es un servicio público arraigado en el compromiso con la audiencia. Las y los periodistas tenemos la responsabilidad moral de proporcionar información veraz y contextualizada, actuando como un puente entre el poder y la población. Este compromiso implica escuchar activamente las preocupaciones de la ciudadanía, abordar sus necesidades informativas y ser su voz en los pasillos del poder.
La verdad es, a menudo, una fuerza disruptiva; desafiando las narrativas establecidas y revelando realidades incómodas. Sin embargo, es en esos momentos de disonancia donde el periodismo debe redoblar su compromiso con la búsqueda de la verdad, incluso cuando enfrenta presiones y represalias. La defensa de la verdad requiere valentía y determinación, pero es esencial para mantener la integridad y la credibilidad del periodismo en un mundo cada vez más polarizado.
En un entorno saturado de desinformación y propaganda, el periodismo debe ser un baluarte de estabilidad y claridad. Nuestra lealtad no reside en los intereses partidistas ni en las agendas ocultas, sino en el servicio a la verdad y a la sociedad que juramos servir. Como guardianes de la democracia, nuestra pluma es nuestra espada, y debemos estar preparados para defender la verdad con todas nuestras fuerzas. En este noble propósito, encontramos nuestra verdadera vocación y nuestra más alta misión: ser fieles custodios de la verdad, ahora y siempre.
Dijo Francisco Zarco que “no escribas como periodista lo que no puedas sostener como hombre”. Yo: #SóloDigoLoQueVeo.
JUEGO DE CARTAS:
DEBATE CHILANGO: El primer debate entre las candidaturas a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México dejó en evidencia marcados contrastes entre Clara Brugada, candidata de Morena; Santiago Taboada, candidato de la coalición “Va por la CDMX”; y Salomón Chertorivski, candidato de Movimiento Ciudadano, resaltando sus distintos enfoques y críticas hacia las gestiones, actual y pasada, de la capital. En un ambiente tenso, (en estricto orden alfabético por su primer apellido): Clara Brugada hizo énfasis en su experiencia de cuatro décadas trabajando en la capital, comprometiéndose a dar continuidad al progreso alcanzado. Por su parte, Salomón Chertorivski enfatizó la necesidad de propuestas claras y efectivas para sacar a la ciudad del estancamiento. Santiago Taboada se presentó como un contrapunto a las críticas, prometiendo una ciudad más segura y próspera, mientras señalaba las deficiencias en la gestión de sus oponentes. El intercambio de ideas y acusaciones giró en torno a temas cruciales como seguridad, desarrollo económico y combate a la corrupción. Taboada propuso la creación de una célula especializada para combatir la extorsión, mientras que Brugada defendió los logros de la administración actual en infraestructura y movilidad; y Chertorivski subrayó la importancia de un enfoque integral en salud y educación, criticando el estancamiento de la ciudad y proponiendo medidas concretas para impulsar su desarrollo. En sus mensajes finales, la y los candidatos exhortaron a la ciudadanía a comparar sus propuestas y visiones para la ciudad, cada uno ofreciendo un camino diferente hacia el futuro de la Ciudad de México. //ARTESANÍAS: En un gesto que destaca la importancia de la diversidad cultural, Alejandro Armenta, aspirante por Morena a la gubernatura de Puebla, participó como invitado de honor en el “Festival Raíces de la Mixteca 2024” en la Ciudad de Puebla, en conmemoración del Día Internacional de los Artesanos. El evento, celebrado en el emblemático Barrio del Artista del centro histórico, fue escenario para resaltar la riqueza cultural de los pueblos mixtecos. Durante su intervención, Armenta enfatizó la necesidad de valorar el aporte cultural al desarrollo económico, político y social del estado de Puebla. Subrayó la importancia de incorporar la variable cultural en las políticas de desarrollo social, instando a democratizar el acceso a la cultura y fortalecer la participación de las culturas indígenas y las expresiones populares en un diálogo intercultural. El evento estuvo marcado por un colorido desfile que recorrió las calles de Puebla, con la participación de cientos de personas representando diversas regiones mixtecas del estado. Danzas como los tecuanes de Acatlán de Osorio, el carnaval de Xayacatlán de Bravo, y el jarabe mixteco, entre otras, fueron protagonistas de esta celebración que enaltece la diversidad cultural de la región. //SINALOA: En el marco de su campaña hacia el Senado de la República, Paloma Sánchez refrendó su compromiso con el estado de Sinaloa, destacando su enfoque en mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Durante un recorrido por el mercado Hidalgo, de Navolato, la candidata expresó su gratitud por el cálido recibimiento por parte de la comunidad sinaloense. Enfatizó la importancia de escuchar a la sociedad y traducir esas inquietudes en acciones concretas que generen resultados positivos. “Les pido su confianza, no los vamos a defraudar”, enfatizó. Sánchez Ramos resaltó la necesidad de recuperar programas de beneficio social para sectores productivos, subrayando la importancia de impulsar el desarrollo económico y social de la región.
PD: No mezclemos lo personal con lo político.
