En una mañanera electorera, el presidente López Obrador coloca todos los reflectores en la oposición del Poder Legislativo al anunciar que el 5 de febrero presentará una serie de reformas que benefician al pueblo en materia laboral y que frenan los excesos en el Poder Judicial y el INE.
“En esta ocasión no voy a asistir el 5 de febrero a Querétaro, porque vamos a conmemorar ese día aquí, en el recinto donde se aprobó la Constitución de 1857, y voy a presentar ese día todas las iniciativas de reforma a la Constitución, es un paquete de iniciativas que tiene que ver con el bienestar, con salarios, con pensiones, con la reforma al Poder Judicial, la reforma Electoral…Es un paquete de reformas importante en beneficio del pueblo. Este paquete facilitará que siga avanzando la transformación y que nunca más ni el gobierno ni las leyes estén al servicio de una minoría.”
Respecto a la reforma de pensiones, explicó que “no sé cómo se aprobó esa reforma de pensiones donde un trabajador termina su vida laboral y su pensión no es ni siquiera la mitad de su sueldo, eso es lo que queremos resolver, que el trabajador se jubile y reciba su sueldo de cuando se jubiló, el 100%. Qué pasó, fallaron las proyecciones, los actuarios, o era una política deliberada en contra de los intereses de los trabajadores…Lo que se va a hacer es que el gobierno va a aportar lo que no aportaba antes para que se logre que el trabajador obtenga cuando se jubile su salario completo. Remediar el problema que dejó el neoliberalismo y, con nombres y apellidos, Ernesto Zedillo y Calderón con la reforma a la Ley del ISSSTE…”
Siguió monetizando con el acuerdo que firmaron el PRI y el PAN para repartirse espacios en los comicios electorales, “es alentador para los jóvenes. Es difícil tener una prueba documental del teje y maneje de la politiquería, es todo un acontecimiento.” Reiteró que ya no sabe si chamaquearon a los aspirantes del PRI que se inscribieron cuando ya sabían que le tocaba al PAN la presidencia de la República, como le toca la CDMX.
