DE: Bastón

Por Alejandro Villegas…
Con la parafernalia propia del caso, pero sin la estridencia mediática que hubo en el caso de la ciudadana Claudia Sheinbaum, la ciudadana Xóchitl Gálvez recibió de manos de pobladores un auténtico bastón de mando.
Un adminiculo con un significado cultural y étnico particular que dista mucho del que le entregó el ciudadano presidente a la ciudadana Claudia Sheinbaum, en una pretendida ceremonia que al momento carece del sentido social y cultural propio del caso.
Evidentemente, el bastón de mando que recibió la ciudadana Xóchitl Gálvez no es fake, porque proviene del pueblo y no de un líder que ha dado reiteradas nuestras de querer controlar todo lo que sucede en el país, al grado de pretender poner en operación nuevos usos y costumbres, como una suerte de conquista cultural de la clase política que busca no sólo avasallar sino sustituir todo lo existente con anterioridad.
Emulando a los conquistadores, el ciudadano presidente intenta crear y hacer valer sus propia parafernalia, al utilizar conceptos de añosos y de pretendido cuño original como conservadurismo, corcholatas, aspiracionistas y conservas.
En el fondo, desde el punto de vista cultural, el bastón de mando otorgado por los pueblos originarios, independiente de quien lo recibe, tiene un significado especial, que en el caso del ciudadano presidente se intento trastocar, para apropiarse inadecuadamente un simbolismo que le es ajeno y cuya parafernalia y significado, debe ser respetado.
Pero que se puede esperar de quien en alguna ocasión mandó al diablo a las instituciones y hoy por lo visto, lo hace con las tradiciones.
Elección
Lo mejor que puede hacer la oposición desde el Senado, es regresarle al ciudadano presidente su segunda terna para que sea él, quien elija a la nueva integrante del máximo tribunal del país, en legítimo uso de sus atribuciones y si le sale, como ha dicho “conservas”, no tenga a quien reclamarle, en lo inmediato.
Aunque como siempre, encontrará el resquicio legal para endosarle la culpa al pasado o a alguno de sus molinos de viento favoritos.