DE: Otis

Por Alejandro Villegas…
La capacidad de respuesta del ciudadano presidente y por supuesto de la 4T, para atender a la población de Acapulco en general estará a prueba.
Los daños que dejó Otis a su paso fueron de gran magnitud, y por todos lados.
Al momento aparentemente toda la atención se ha centrado en la infraestructura turística y comercial, así como las vías de comunicación.
Las imágenes son desgarradoras, pero poco se habla del impacto que causó Otis en la población civil y residentes de Acapulco y Guerrero en general.
El ciudadano presidente informó que ya fueron desplegados 500 ciervos de la nación, para levantar el censo de los damnificados y en el corto plazo saldrán otros 500.
Pero hasta donde se aprecia la población civil, el pueblo bueno al que tanto apela el ciudadano presidente se aprecia desatendida.
La ayuda no llega, ni hay imágenes de los daños. Los acapulqueños y guerrerenses han tenido que comenzar a organizarse, para comenzar a remover los daños e iniciar con lo que será una lenta y pesada reconstrucción.
No hay duda, Acapulco se levantará y resurgirá como destino turístico, pero la población civil, el pueblo bueno, por el momento está desamparado.
Y por los antecedentes que hay, terminará por solucionar sus propios problemas, por que los apoyos gubernamentales, como la atención que se aprecia serán tardíos y raquíticos.
Y si no, al tiempo.
Negación
Con el mayor decoro posible, el ciudadano presidente trató de minimizar la desaprobación y peso de voto en contra de la eliminación de los 13 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación que concretó el Senado de la República, que plasmó de manera directa la ciudadana Olga Sánchez Cordero quien externó su visión de la forma en la que los Poderes Ejecutivo y Legislativo se coaligaron para perjudicar y tratar de someter al Poder Judicial.
El ciudadano presidente puede decir lo que guste, por es libre de ello, pero las expresiones de la ciudadana Olga Sánchez Cordero son claras y no dejan lugar a dudas, ni a descalificaciones.