DE: Marcelo

Por Alejandro Villegas…
El ciudadano Marcelo Ebrard juega a deshojar una margarita que no existe, en el plano político.
El frente opositor dejó en claro que no tiene cabida, en tanto que es evidente que Movimiento Ciudadano no le abrirá las puertas.
Y, de manera abierta, aunque fue breve, dejó pasar la posibilidad de buscar ser candidato independiente.
Trasladó el anunció de su decisión al lunes 11 de septiembre, con lo que se abre la posibilidad a que recapacite en torno al anuncio que realizó al asumir que ya no tenía cabida en Morena.
En principio hay que considerar que cualquiera que sea su decisión quedará mal parado.
Por que, si retorna a las filas de Morena, terminará por aceptar aquello que criticó, siendo sumiso.
La realidad es que su trayectoria política parece llegar su etapa final y debe buscar una salida decorosa.
Cualquiera que sea su decisión, el ciudadano Marcelo Ebrard será criticado por unos u otros, pero él como político debió saber cuáles eran los riesgos de participar en un proceso cuyo resultado, desde antes de que iniciara estaba más que cantado.
Bastón
La entrega del bastón del mando del ciudadano presidente a la ciudadana Claudia Sheinbaum, se traduce en un acto de parafernalia, que en nada abona al proceso sucesorio.
A fin de cuentas, con o sin bastón, hasta que no se dé a conocer el resultado del proceso electoral del 2 de junio de 2024, la verdadera conducción política de Morena y su campaña estará en manos del ciudadano presidente. Y si no, al tiempo.