DE: Realidad

Por Alejandro Villegas…
El secuestro de Chiapas y el asesinato del ciudadano Hipólito Mora en Michoacán, pintan el panorama de inseguridad que prevalece en varias zonas del país, y que el ciudadano presidente y por supuesto los gobernadores tratan de minimizar.
Y ello se complementa con la imagen de una presidenta municipal viviendo en un cuartel militar, y ahora con el comentario del ciudadano gobernador de Michoacán que refiere que el habían sugerido al ciudadano Hipólito Mora que permaneciera en Morelia para que lo pudieran cuidar.
Parece que la autoridad local y federal, no tiene pleno control de la seguridad en todo el territorio a su cargo, y brinda seguridad de una forma selectiva.
Estas acciones, por supuesto representan un mensaje negativo para la sociedad en conjunto, pero el ciudadano presidente y sus seguidores parecen no apreciarlo así.
Desde la comodidad del cargo público y por supuesto, desde Palacio Nacional todo se aprecia de una forma distinta.
La percepción del ciudadano de a pie es muy diferente, porque percibe una amenaza potencial a su integridad, sobre todo quienes residen en Michoacán o Chiapas, y por ello se sienten vulnerables.
Sin embargo, por la pasividad que proyecta el ciudadano presidente y a partir de ahí esa posición, los integrantes de la 4T en general, se percibe que apostarán a que la situación se controle por si sola.
La pasividad y la indiferencia en pocas palabras es la respuesta y resumen la posición gubernamental ante estos casos de inseguridad.
Los despliegues de la policía realizados a destiempo, y las declaraciones sin sentido solo son parte de una parafernalia, por decir lo menos, inútil.
Declinación
Las declinaciones de Lily Téllez y Claudia Ruiz Massieu lejos de alarmar deben tomarse con mesura.
Simplemente calibraron el proceso y sus posibilidades de triunfo, pero tras ello decidieron declinar.
Así es la política, y pasa en todos los procesos, hay quienes se anotan y quienes se bajan.