DE: Financiamiento

Por Alejandro Villegas…
La determinación de que sean los aspirantes de Morena que recorrerán el país a partir del 19 de junio, quienes financien sus actividades y no el partido, no suena bien.
En principio porque deja abierta la puerta a casi cualquier tipo de financiamiento, sin reglas precisas tanto para la donación, como por lo que hace a la fiscalización y la transparencia.
Los recorridos y las reuniones tendrán un costo, que en cualquier caso no pueden considerarse menores y el tiempo para reunir los recursos necesarios, es mínimo.
La gran duda es quienes podrán aportar y en que forma se garantizará la transparencia por lo que hace al origen de los recursos.
Evidentemente hay más preguntas que respuestas.
Aparentemente todo se deja a la buena fe, y Morena confía en que, al no utilizarse recursos públicos, están libres de ser auditados por parte de alguna autoridad.
Sin embargo, la realidad es que los recursos podrían provenir de cualquier persona, incluidos por supuesto los grupos del crimen organizado.
La propuesta del ciudadano Marcelo Ebrard de que establezca un tope de aportación de 5 mil pesos y que las cuentas sean aperturadas por Morena es la única que está sobre la mesa.
Pero, ese es un tema que debió preverse a fin de evitar todo tipo de suspicacias.
Se trate de recursos públicos o privados, para actividades de proselitismo entre militantes y simpatizantes de Morena, no se pueden realizar al menos desde una perspectiva moral, sin reglas claras.
Este es uno de los puntos que Morena tarde que temprano deberá explicar a la sociedad porque a todas luces lo que planea el ciudadano Mario Delgado al advertir que no trataría de recursos públicos es que operarían al margen de la ley.
Habrá que ver si el árbitro electoral adopta una actitud monosábica o se decide a actuar.
Registro
Los registros de los seis aspirantes de Morena se concretarán hoy y con ello se cerrará el paso a otros aspirantes a tomar parte en el proceso.
Obviamente, la primera afectada es la ciudadana Yeidckol Polevnsky, quien a pesar de la cercanía que tuvo en su momento con el ciudadano presidente, no pudo ser considerada para tomar parte en el proceso, como era su deseo con el argumento de que se trató de una invitación cerrada.