DE: Moral

Por Alejandro Villegas…
El ciudadano presidente acepta que algunos amigos de sus hijos tienen contratos con la 4T, pero advierte que no hay ilegalidad en ello.
Y puede tener razón, legalmente puede no haber culpa alguna, pero lo que no dice es que moralmente son cuestionables.
Parece que ese concepto no le es útil al momento y por eso lo deja en el olvido.
Así como también el hecho de que trata de darle la vuelta a la página y cerrar la posibilidad de toda posible investigación con el simple respaldo de su palabra.
En lugar de dejar que sean las instancias competentes las que establezcan si los contratos se obtuvieron legalmente y si se han cumplido de manera satisfactoria.
Lo que, en principio, permite apreciar que quizá conoce a detalle esa relación incluso antes de que se ventilara y la avaló.
Pero eso no es sano en términos de transparencia y mucho menos por lo que hace a la observancia de procesos administrativos y legales.
En todo caso, habría que dejar que haya un sustento legal y administrativo para aseverar que los contratos se asignaron de forma legal y no hay nada que sospechar o especular.
Pero en este caso, dicha sea la verdad, el respaldo de simple expresión verbal no es suficiente por más que se trate de la palabra presidencial.
Ante casos como éste, es donde se aprecia la necesidad de contar con el INAI.
Controversia
La controversia sobre la aprobación de 20 iniciativas, se mantiene en el Senado.
Argumentos en pro y en contra están a la vista, lo que resta es que se pase a la presentación de las quejas y que las mismas sean analizadas y en su caso sancionadas por el máximo tribunal del país.