DE: Aplanadora

Por Alejandro Villegas…
La fracción de Morena en el Senado, junto con sus aliados, pasaron sobre la oposición y el más elemental concepto de democracia.
Sin discusión ni la presencia de la oposición, aprobaron 21 reformas por la vía rápida.
Ante la critica social y de la oposición, esgrimen toda suerte de argumentos para justificar una acción que moralmente, a todas luces es incorrecta.
Lo evidente es que las reformas le urgían a Morena y no estaban dispuestos a sacar adelante el nombramiento de un comisionado del INAI, porque en el fondo al hacerlo, en términos de procedimiento, se tendría que enviar al ciudadano presidente para su publicación.
Pero lo previsible era que lo vetará y con ello se incrementara aún más el conflicto que sostiene de forma unilateral el ciudadano presidente con el INAI.
Una aversión a la transparencia que lo llevó reciente al extremo de aceptar públicamente su deseo de que el INAI desaparezca y sus funciones pasen a la Auditoría Superior de la Federación.
En el fondo el conflicto se desató por la designación de un comisionado que hubiera dejado mal parado al ciudadano presidente.
Ahora, la oposición tendrá que acudir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para tratar de revertir las reformas con base en la legalidad.
Así el ejercicio de la democracia en la era de la 4T, en donde la aplanadora que se cuestionó antaño, hoy se utiliza de manera abierta, sin el menor rubor.
INM
El caso del INM deja en claro que la añeja demanda de la oposición que en su momento encabezó el hoy ciudadano presidente, en el sentido de que los funcionarios se separaran del cargo en tanto eran investigados, es letra muerta.
La paja en el ojo ajeno salta a la vista, pero la viga en el propio es imperceptible.