DE: Campañas

Por Alejandro Villegas….
Las campañas por la gubernatura del Estado de México arrancaron con fuerza, en medio de la Semana Santa.
En lo inmediato, las promesas salieron a flote con un marcado énfasis en los programas sociales.
Con ello, el compromiso de ampliar los recursos que reciben primordialmente las mexiquenses.
La ideología queda de lado, al igual que el programa.
El añejo dilema de que era primero si el programa o el candidato, en la campaña se elimina para otorgar a la actividad proselitista un corte puramente mercantil, en donde se aprecia la evidente intención de comprar el voto mediante los programas sociales.
Tanto la candidata del PRI como la de Morena se mantienen en esa temática, en donde se aprecia la compra de votos a favor del mejor postor.
Y con ello, dejan en claro que los programas de gobierno no son la prioridad, para conquistar el respaldo de los votantes, sino la asignación de recursos a través de los programas sociales.
Lo que, a todas luces, se traduce de manera obligada en una comercialización del voto.
Una tendencia que en general no es novedosa, toda vez que a lo largo de su administración el ciudadano presidente ha hecho gala de los programas sociales como un instrumento para acceder al respaldo de la colectividad.
Al igual que lo hizo a lo largo de su campaña, al plantear compromisos como lo hacen ahora las candidatas a la gubernatura del Estado de México.
Con lo que se fortalece el clientelismo electoral y político, mediante los programas sociales.
Migrantes
El caso de los migrantes que fallecieron en Ciudad Juárez aún no concluye, pero ya se habla de la transformación del INM, sin que el ciudadano presidente deje en claro si como trascendió en voz del ciudadano sacerdote Alejandro Solalinde se dará paso a la creación de un nuevo organismo.