DE: Extremismo

Por Alejandro Villegas…
La agresión en contra de la imagen de la ciudadana ministra Norma Piña en el marco del evento conmemorativo de la expropiación petrolera a todas luces resulta alarmante.
Evidentemente es más que inevitable relacionar la acción con las constantes críticas que desde su tribuna en Palacio Nacional realiza el ciudadano presidente en contra de la ciudadana ministra.
Lo que, puede provocar en la arena del fanatismo una acción negativa como la que se perpetró con la imagen de la ciudadana ministra Norma Piña.
Por supuesto que sería imposible vincular de manera directa al ciudadano presidente con la acción realizada por quienes se puede suponer, dadas las circunstancias son afines a la 4T.
Sin embargo, también resulta inevitable ligar la quema de la figura con la imagen de la ciudadana ministra con las criticas emitidas desde Palacio Nacional, como una suerte de incitación al odio.
Además de que la ciudadana ministra al igual que destacados críticos del ciudadano presidente, en redes sociales y mediante acciones directas ha sido objeto de la reacción virulenta de los seguidores y apoyadores de la 4T.
Violentadores que alentados por la palabra y la crítica, arremeten contra quienes o están de acuerdo con el ciudadano presidente, en lo que se traduciría en el más que consecuente mensaje de que la disidencia y discrepancia, así como la crítica no tienen espacio en la 4T.
Discurso
La soberanía energética sin duda es fundamental para el país, lástima que el ciudadano presidente no explique con claridad a que se refiere y establezca metas concretas.
No hay que olvidar que, a estas alturas de su gestión, la refinería ubicada en Dos Bocas está lejos de operar al ciento por ciento de su capacidad.
Además de que los niveles de extracción son inciertos.
La soberanía energética, no puede basarse sólo en el petróleo, dejando de lado el resto de las fuentes de energía, sobre todo si se considera que el hidrocarburo es un elemento no renovable.
La venta de espejitos sigue a todo lo que da la palabra. El discurso fácil de difícil cumplimiento.