DE: Revés

Por Alejandro Villegas…
El ciudadano presidente no las tiene todas consigo.
Los peros le comenzaron a aparecer en varios flancos, pero fiel a su estilo trata de conservar la sonrisa y enarbola su permanente discurso contra los conservadores.
Así, en general, sin precisar señalamiento alguno, a la espera del apapacho del pueblo bueno, presentándose como víctima.
En primer lugar, el juicio que se seguirá a Emilio Lozoya permite apreciar que los deseos del ciudadano presidente de que fuera una pieza fundamental para exhibir la corrupción del pasado, quedaron en veremos.
Hecho que representa un serio revés, al que se suma la determinación judicial que ordena la reinstalación del ciudadano Edmundo Jacobo como secretario Ejecutivo del INE.
Determinación que al no poder atacar, el ciudadano presidente utiliza para arremeter contra el poder judicial, como siempre a la espera del aplauso del respetable.
En el plano internacional, la solicitud, aunque amable y cordial del ciudadano embajador Ken Salazar para que se combata a los grupos del crimen organizado plasma el descontento de la administración Biden, ante las afectaciones de que han sido objeto algunos de sus ciudadanos en Nuevo León y Tamaulipas.
En consecuencia, el buen trato que se aprecia en las fotografías, contrasta con las expresiones críticas expresadas por el ciudadano embajador que si alzar la voz ni tomar medidas extremas no deja de expresar su inconformidad.
Desde donde se quiera apreciar los peros y reveses le comenzaron a aparecer al ciudadano presidente, en tanto él trata de conservar una sonrisa de jugador de póker quien a pesar de saberse perdido, busca proyectar una seguridad de triunfo a la espera de sus adversarios se arredren.
Campaña
Todo indica que solo el ciudadano presidente cree que la campaña que pretende realizar en Estados Unidos en contra de los republicanos tendrá un efecto positivo para la 4T en particular y México en general.
Lo evidente es que se trata de una declaración que sólo tuvo como fin único conseguir el apapacho del pueblo bueno y, en consecuencia, mantener el nivel de aceptación de un ciudadano presidente que gana batallas en el plano verbal, sin ir más allá.