A un borrego de la cámara de diputados tuvo la brillante ocurrencia de sugerir que el nuevo rector fuera elegido por toda la comunidad universitaria, en voto secreto.
Seguramente no conoce la historia de la UNAM ni nunca fue alumno de ella.
Este ignorante no sabe que el presidente Portes Gil decretó la autonomía universitaria en 1929 y el presidente Abelardo Rodriguez la ratificó en 1933, después del esfuerzo de grandes hombres.
La autonomía universitaria representa la capacidad de gobernarse, manejar sus fondos según le convenga y la libertad de cátedra, que se ha llevado en esa forma durante 90 años, graduando a miles de mexicanos productivos, colaborando con el capital de México.
Llegar a tener esto en la UNAM es grotesco que un diputado miembro de la borregada de Morena se le haya ocurrido semejante estupidez.
No se descarta que este sujeto no haya actuado solo ya que, como dice Pepe Cárdenas en México no se mueve una hoja si no lo aprueba o motiva el presidente en turno.
Será?
La UNAM siempre ha sido un “bocatto di cardinale” para López Obrador en su enfermiza obsesión de eliminar las todas instituciones independientes del gobierno federal.
Si fuera así, al fracasar con el INE quiere otro botín, con el solo hecho de hacer daño, no obstante que su Alma Mater es la Universidad Nacional Autónoma de México, a la que le debiera tener gran respeto.
Recomiendo a este sujeto que antes de proponer idioteces en la cámara, se ilustre y lea la historia de la huelga estudiantil de 1929, iniciada en la Escuela de Jurisprudencia, sus participantes, sus motivos, sus mártires y sus logros, lo que provocó que tengamos ahora una Universidad con reconocimiento mundial, orgullo de México y de todos los que hemos pasado por sus aulas.
Por eso aseguramos,
“la UNAM es intocable !”.
