DE: Impunidad

Por Alejandro Villegas…
La determinación de la UNAM en torno al caso de la ciudadana ministra Yasmín Esquivel de dejar en manos de la Dirección General de Profesiones de la SEP la decisión de invalidar la cédula profesional de la hoy ministra, se traduce en una evidente señal de impunidad.
Al amparo de la decisión adoptada, por la UNAM, pese a concluir que su tesis fue un plagio puede servir de referente para todos aquellos que incurrieron en una falta similar puedan sentir que gozan de impunidad.
Haya prescrito o no el delito, lo evidente es que se cometió una falta, lo evidente es que el prestigio moral de la ciudadana Yasmín Esquivel se encuentra en entredicho.
Y deja espacio a todo tipo de cuestionamientos en torno a su permanencia como integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Sobre la temática hay que recordar que en el pasado hubo hasta un secretario de estado renunció por carecer de cédula y un ciudadano embajador de la 4T fue, en su momento, acremente cuestionado por ostentar un título del que carece.
Ciertamente la ciudadana Yasmín Esquivel ostenta título y cédula profesional, pero su procedencia, desde la moralidad que enarbola la 4T es abiertamente cuestionable.
El ciudadano presidente puede alegar que el tema está ligado a la politiquería, pero los hechos están ahí.
Plagio es plagio. Ya si deciden ser juaristas y otorgar perdón y gracia, allá ellos.
Compromiso
El compromiso del ciudadano presidente de recibir a los empresarios canadienses no es más que un gesto amable.
Los recibirá, pero de ahí a que los eventuales diferendos se resuelvan satisfactoriamente para los empresarios canadienses, ni hablar.
Esos encuentros sólo servirán para que el ciudadano presidente lleve de nueva cuenta agua a su molino.