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6 de mayo de 2024 11:03 am
Claves para una “comparecencia” ante el Senado

Claves para una “comparecencia” ante el Senado

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¿Quieres tener una comparecencia ensueño (y de enflojera) en el Senado de la República? Sólo hay que seguir unas pautas prácticas infalibles: No saber nada del tema; no tomar notas, pero eso sí llevas un guion, no sólo para tu posicionamiento inicial, sino también de respuestas (incluyes regaños, a fin de hacerlo más real), leer peor que Ana Elizabeth García Vilchis, poner cara de fastidio cuando pasen los opositores y de interés cuando suban los legisladores aliados.
¡Ah! Es indispensable que te den o llevas tu propia dotación de cacahuates. No es necesaria toda una bolsa, porque los senadores pierden interés, se salen de la sesión o chacotean en el Pleno, y esto termina lo más rápido posible. Así cumples con una exigencia de los legisladores, tu compromiso en la Cámara Alta, y evitas buscara más pretexto para prolongar tu inasistencia.
No me creas, compruébalo tú mismo. Un caso que ejemplifica la infalibilidad del método, es el de Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, quien utiliza estas pautas prácticas a la perfección. El testimonio del senador del Grupo Plural, Emilio Álvarez Icaza, confirma el éxito de su aplicación: “Probablemente esta es la comparecencia más mediocre que me ha tocado escuchar, basta con ver el pleno, para ver el interés que ha suscitado, ni siquiera los legisladores de Morena están, ni siquiera los de su partido están”.
Pero, como dijo Jack “El destripador”: “vamos por partes”.
Muchos criticaron al presidente Andrés Manuel López Obrador por proponer en los organismos autónomos y designar en su gabinete a personas con 90 por ciento de honestidad y sólo 10 por ciento de experiencia.
Para este caso es práctico. Como Rosario Ibarra no tiene experiencia y no sabe nada del tema, pues no entiende de lo que los senadores le estaban hablando. Entonces, con ello, evitas fingir demencia, enojos y confrontaciones estériles.
Eso sí, hay que pedirle a tus asesores que te preparen un guion. En la comparecencia de muestrao, Piedra Ibarra llevaba tres folders. El primero, de su intervención inicial y, los otros dos, para cada una de las rondas de preguntas. Es indispensable dotarte de buenos guionistas y pitonisos para que sepan en qué ronda te van a formular tal o cual pregunta. Nada más no te vayas a equivocar y utilizas el folder incorrecto. En este evento no había problema, porque los temas abordados por los legisladores ya llevan tiempo en la discusión del pleno y en los medios de comunicación y que no han sido atendidos por la CNDH.
Un punto fundamental es incluir un cliché: “a las preguntas que no les he dado respuesta, éstas se enviarán por escrito”. Como era de esperarse, en las dos rondas, se formularon las mismas preguntas y casi las mismas críticas; por ello, los guionistas deben incluir regaños a los legisladores por no poner atención a tu escrito inicial.
Todo eso te evitará la flojera de estar tomando notas de las preguntas, de las críticas y reclamos de los legisladores. Como va a ser muy evidente que no escribes nada, sólo hay que aguantar alguna situación imprevista. Por ejemplo, en la comparecencia de este miércoles, Kenia López Rabadán lo notó. Durante su intervención lo comentó y dejó, frente a la comisionada, una hoja con las preguntas. Como ella, no tienes la obligación de tomarla y la dejas allí, hasta que pase el personal de limpieza.
Por último, hay que hacerse la víctima y darles un “llegue”. Por ejemplo, Piedra Ibarra defendió que durante su gestión ha mantenido la autonomía del organismo y aseguró que, a diferencia del pasado, no está al servicio de intereses de partidos, sino al del pueblo: “Para eso se concibió este sistema, para garantizar el control total, incluso mi propia elección así lo demuestra al pretender convertir en rehén de intereses partidistas de la CNDH bajo el supuesto de que estaría yo en deuda con los legisladores y los partidos, presiones que hemos tenido que sortear, se ha hecho nuestro trabajo más difícil, distrayendo muchas energías en nuestra resistencia”.
El no saber leer te ayuda a que termine pronto la comparecencia. Si lees peor que García Vilchis, en su sección “¿Quién es quién en las mentiras?, de la conferencia mañanera, ya la hiciste, porque no sólo ahuyentas a los legisladores del salón de Plenos, sino también a la audiencia que sigue la sesión por internet, las redes sociales o por el Canal del Congreso.
Además, haces que se pierda interés en ver el video. ¿Lo dudas? Basta con observar la cuanta del Senado en Youtube, donde, hasta la mañana de este jueves, el posicionamiento inicial solo tenía 132 visualizaciones; la segunda intervención, 767, y la última, 523. La intervención de Kenia López Rabadán tenía mil 283 y la de Claudia Anaya, 994. La de Antares Vázquez, quien salió en defensa de la presidenta de la CNDH, tenía mil 101 vistas.
El único problema de no saber leer, es que todo es muy plano. Y los regaños y las críticas a los senadores pierden efecto. Cuando le das los énfasis, el tono y el dramatismo, haces enfurecer hasta al legislador más zen; no fue el caso. Las reprimendas no surtieron el efecto deseado.
Necesitas aliados para descalificar a los legisladores opositores. Antares Vázquez cumple muy bien, con esa encomienda. Ni qué decir de César Cravioto, quien hasta sacó a colación un viejo tema, que no ha podido superar, contra Emilio Álvarez Icaza, porque, como titular de la Comisión de Derechos Humanos, del entonces DF, emitió una recomendación al gobierno capitalino, por el plantón del Paseo de la Reforma. Así se bronquean entre legisladores y te da un respiro para terminar la sesión.
¡Ah! ¿Para qué los cacahuates? Primero, para mitigar el hambre, sobre todo, cuando te citan a comparecer a la hora de la comida; dos, para pasar el tiempo y tener las manos ocupadas; como no escribes, por lo menos es un buen pasatiempo y, tres, como distractor para que los senadores te pregunten sobre eso y no otros temas, de los cuales no tienes respuesta.
“¿A qué vino, presidenta, a cumplir con la formalidad, vino usted de paseo o vino a comer cacahuates? Es lo único que la he visto hacer durante la sesión”, dijo Claudia Anaya. No es recomendable que envíes la respuesta por escrito.
Si sigues estos consejos al píe de la letra, tendrás tu comparecencia de ensueño.

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