En una mañanera de martirizarse, el presidente López Obrador, envió un mensaje a sus opositores, “si quieren meterme a la cárcel cuando termine ya saben dónde voy a estar”.
López Obrador reiteró su solidaridad con Cristina Fernández, vicepresidente de Argentina, sentenciada a seis de prisión por corrupción e inhabilitada de por vida a ocupar cargos públicos.
Al respecto el presidente insistió que se trata de una “venganza política” en su contra y lo calificó como un acto antidemocráfico, que tiene como móvil inhabilitarla para que no participe en el proceso electoral.
López Obrador aseveró que “la cárcel a veces protege” y que no tiene nada de qué avergonzarse.
“Acerca de lo que me pueda pasar a mí, ya me lo hicieron, no tengo nada de qué avergonzarme y estoy acostumbrado a enfrentar a mis adversarios. Si quieren meterme a la cárcel cuando termine ya saben dónde voy a estar”, sentenció.
“Se padece, se sufre, cuando se va a la cárcel por un problema de consciencia, cuando uno hizo un mal, yo creo que esa es la peor cárcel, pero cuando uno tiene su consciencia tranquila, no importa, les diría yo que hasta la cárcel a veces hasta protege”, dijo.
López Obrador mencionó que cuando se jubile va a leer y escribir y “pues también en la cárcel se puede”.
