Antonio TENORIO ADAME
El Congreso mexicano avanza en su transformación, más por el discurso de minorías que por el voto abrumador de la mayoría oficial.
POR LA NEGATIVA
El Senado se colapsó al condicionar la minoría el regreso a comisiones de la minuta de las Fuerzas Armadas. Desde la firma del Tratado de Bucareli no se presentaba un escenario de libertad efervescente como el que se vive hoy en el recinto de Reforma.
Al momento, el Congreso enfrenta una catarsis de cambio, los acontecimientos derivados de la militarización han sido un deslinde entre quienes cumplen con la Constitución y quienes la violentan.
Aunque también hay señales de derrota, como las del diputado de Morena, Ramiro Robledo, cuyo discurso de perder una guerra ya que no “´podemos” en el Norte: tampoco en el Sur “porque no son una amenaza”. ¿Derrotados antes de la batalla?
La percepción social de una militarización parte de la incorporación de la Guardia Nacional al Ejército, así como la ampliación de permanencia de los efectivos militares en la vía pública. Aunque hay algunos que dicen que es el Ejército el que se transforma en policía.
La propuesta de ofrecer una base legal tiene como promotor al Presidente de la República, quien de acuerdo con la Constitución (Art. 108) no es responsable, pero los legisladores sí lo son, con el añadido de que ellos son los primeros que deben observar la Ley suprema por ser los que tienen la capacidad de modificarla.
POR LA AFIRMATIVA
En el recinto legislativo de Reforma se celebró una sesión solemne con la visita del presidente de la República Federal Alemana, el social demócrata Frank-Walter Steinmeier, electo el 19 de marzo de 2017 y sucesivamente otros periodos más hasta el actual.
El discurso de bienvenida lo pronunció el presidente del Senado Mexicano, Alejandro Armenta, cuyo discurso se ajustó al protocolo diplomático y fraterno en torno a la unión de promover “ideales de bienestar, paz y seguridad mundial”. También demandó “el desarrollo internacional con auténtico estado de derecho y respeto”.
El presidente Frank-Walter Steinmeier es un político sagaz y sensible, pertenece a la social democracia, su intervención en tribuna la refirió a los “tiempos díficiles” que se viven; es necesario “vincular a quienes comparten las mismas convicciones básicas” sustentadas en una “confianza mutua”.
En otra parte de su disertación se refirió a la amistad dando una ejemplar de enseñanza parlamentaria, tan útil en estos momentos de ruptura y confrontación, al señalar: “una amistad que permita conocer el punto de vista del otro es precisamente permitir desarrollar posiciones comunes, así como también entender y reconocer posiciones diferentes”.
PARA EFECTOS CONSTITUCIONALES
Si los integrantes de la LXV Legislatura conocieran el artículo 20 de la Constitución alemana sería una guía para entender la capacidad de comprensión de ese pueblo que originó la Segunda Guerra mundial y fue derrotado; sin embargo, volvió a surgir de sus ruinas materiales y morales para propiciar una sociedad de convivencia fraterna basada en la tolerancia y el respeto.
El artículo 20 ya anticipado declara el derecho del ciudadano a la resistencia:
Artículo 20. Fundamentos del orden estatal, derecho de resistencia
- La República Federal de Alemania es un Estado federal democrático y social.
- Todo poder del Estado emana del pueblo. Este poder es ejercido por el pueblo mediante elecciones y votaciones y por intermedio de órganos especiales de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.
- El poder legislativo está sometido al orden constitucional; los poderes ejecutivo y judicial, a la ley y al Derecho.
- Contra cualquiera que intente eliminar este orden todos los alemanes tiene el derecho de resistencia cuando no fuere posible otro recurso.
El valor del pueblo alemán consistió en su entereza de comprensión del daño ocasionado, así como el recibido, para reconstruir su pueblo en una moral de convivencia de respeto y fraternidad sin autoritarismo, menos aún el totalitarismo del nazi fascismo, vivir en democracia ajustados a la constitución.
