Por Alejandro Villegas…
El ciudadano presidente está más que gustoso por la aprobación de la iniciativa para que la Guardia Nacional pase a la Secretaría de la Defensa Nacional.
El resultado es completo, no sólo porque el ala morenista y sus aliados pasaron sobre la oposición, sin mayor dificultad que el tiempo prolongado de la sesión del pleno, sino porque la división al interior del priismo se hizo más que evidente.
El ciudadano Miguel Ángel Osorio Chong sugirió abiertamente la renuncia del ciudadano Alejandro Moreno a la presidencia nacional del PRI.
Y con ello, se termina de debilitar la coalición Va por México, con lo que se allana el camino para que Morena se haga de las gubernaturas del Estado de México y Coahuila, en el proceso electoral de 2023.
En lo inmediato, sólo resta que se formalice en los hechos el cambio de adscripción de la Guardia Nacional a la Sedena, que podría concretarse con bombo y platillo en el marco del desfile del 16 de septiembre, en uno más de los eventos escenográficos que gusta montar la Cuatro T.
Y por si ello fuera poco, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación optaron por trasladar a otro momento la resolución en torno a la prisión preventiva oficiosa, con lo que en términos políticos, el ciudadano presidente está de plácemes.
En los hechos su anhelo de controlar todo lo que sucede en el país, desde una figura del presidente todopoderoso, como en los mejores tiempos de la primera era del priismo en la titularidad del Ejecutivo se fortalece.
No cabe duda de que lejos de avanzar en términos del ejercicio de la democracia plena, el país, se aproxima a aquel escenario en dónde el poderoso preguntaba ¿qué horas son? y sus súbditos le respondían al unísono: Las que usted quiera señor.
Caigamos en oración.
Senado
Los ciudadanos Ricardo Monreal y Alejandro Armenta, desde sus respectivas posiciones, quiérase o no le cumplieron al ciudadano presidente y con ello mostraron su lealtad.
Los vientos que presagiaban una tormenta y una eventual descomposición del ala morenista en el Senado, se alejaron.
Ahora falta ver si el ciudadano presidente responde con algo más que con guiño, y le brinda tanto a Ricardo Monreal como a Alejandro Armenta una clara señal de que sus respectivos proyectos políticos, pueden seguir adelante con su aval, independientemente por supuesto de que cuenten o no con su respaldo.
