Por Alejandro Villegas..
La coalición Va por México quedó en pausa. No soportó la posibilidad de aprobar una modificación al decreto que creó la Guardia Nacional. Y llegó a su fin de manera velada.
En lo inmediato, el ciudadano presidente y su claque, deben estar agradecidos con el ala priista.
Evidentemente la determinación de dejar atrás la coalición, viene de la mano del fin de la moratoria constitucional, y con ello se allana el camino para que todas las iniciativas del ciudadano presidente incluida por supuesto la electoral, puedan transitar sin mayor problema.
La actitud colaboracionista del priismo, abre paso a toda serie de especulaciones que parten de una obligada negociación en lo oscurito, hasta el establecimiento de convenios no reconocidos en aras de la supervivencia o un pago en especie, en términos de una suerte de indulto o cese a las agresiones.
En la arena política, sobre todo al amparo de los tiempos que vive la política nacional todo es posible.
La unidad opositora terminó por desmoronarse, desde adentro, sin la intervención al menos directa del oficialismo.
Ahora solo falta ver la forma en la que el ciudadano Alejandro Moreno, en su calidad de líder nacional del PRI escurre el bulto.
Además, por supuesto de apreciar la sonrisa y la cara de satisfacción desmedida que mostrará el ciudadano presidente al fijar postura sobre el particular.
Apenas el día de ayer sugirió la posibilidad de un divorcio, y le tomaron la palabra por la vía fast track.
Mineros
La tragedia de los mineros de Sabinas, Coahuila comenzó a quedar en el olvido social y mediático.
La 4T logró darle vuelta y trasladar su solución, al menos por medio año.
Deudos y familiares, están de luto, pero eso en la dinámica de la 4T forma parte de la historia, quizá porque no gana votos ni se traduce en el incremento de adeptos.
