(AFP).- Las autoridades de Ucrania anunciaron el martes un nuevo intento de evacuar a los civiles de la ciudad portuaria de Mariúpol, asediada por las tropas rusas desde casi el inicio de la invasión hace un mes, y pusieron la capital, Kiev, en toque de queda.
Más de 200.000 personas están atrapadas en Mariúpol, descrita por aquellos que consiguieron salir como “un infierno helado lleno de cadáveres y edificios destruidos”, dijo Human Rights Watch, citando datos de un responsable local.
“Sabemos que no habrá espacio suficiente para todos” el martes, pero “intentaremos llevar a cabo la evacuación hasta que hayamos sacado a todos los habitantes de Mariúpol”, dijo la vice primera ministra Iryna Vereschuk.
Con su país bajo ataques constantes, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky invitó al papa Francisco a mediar entre ambos bandos, un día después de mostrarse abierto a discutir cualquier cuestión en un diálogo directo con Vladimir Putin.