Como tratando de convencer, durante su conferencia mañanera el presidente López Obrador reiteró que lo ocurrido con España no es una ruptura, sino un señalamiento por los abusos cometidos por empresas españolas que han afectado al pueblo de México en otros tiempos.
Habló de los jugosos negocios que se hicieron por influyentísimo, por acuerdos populares que se hicieron entre políticos de España y de México en los sexenios de Fox, Calderón y de Peña Nieto.
Citó el caso de la empresa Repsol, OHL e Iberdrola en México, “… la ofensa de una empresa que se beneficia de contratos, se lleve a trabajar a la secretaria de Energía de México y se lleve como empleado al expresidente Felipe Calderón, eso es una ofensa a nuestro pueblo”
“No es ruptura, nada más es decir ‘no se permite robar, no somos tierra de conquista. ¿qué es eso de pausar? Es vámonos dando tiempo, nos conviene, para entender que hay una nueva realidad, que hubo un cambio en México”, explicó.
Aseguró que el presidente del consejo de Iberdrola habló con él y “quiso actuar con un protagonismo irrespetuoso, y le tuvo que decir oiga no”, relató.
El mandatario mexicano repitió “admiro, respeto muchísimo al pueblo español, un pueblo como el mexicano que en momentos difíciles se decidió a salir de España, hubo muchos migrantes que trabajaron y se buscaron la vida, vinieron a México y a otros lados y salieron adelante”.
