Por Alejandro Villegas…
Los más de 44 mil nuevos casos de COVID-19 registrados el miércoles, 12 de enero, ponen de relieve el efecto de la cuarta ola de la pandemia, que es desestimada por las autoridades, entre otros, con el argumento de que los padecimientos son leves.
Tratan de vender la idea de que puede considerarse como una gripe, pero no es así toda vez que requiere al menos de aislamiento y el suministro de medicamentos, amén del alto nivel de contagios que se registran.
Lo malo, frente a la postura oficial es que el desabasto de medicamentos aún persiste en el país, y ante el aumento de contagiados, no se puede garantizar que los medicamentos por más leves que sean, como es el caso de los antigripales, pueden escasear.
Además del hecho de que se ha incrementado el número de personas que acuden a realizarse pruebas para confirmar se han contagiado o no, lo que ha colocado en predicamentos a las autoridades toda vez que el número de pruebas gratuitas es rebasado por el volumen de personas que acude en busca de ellas.
En pocas palabras, la realidad vuelve a imponerse, en tanto el ciudadano presidente permanece en aislamiento y el ciudadano secretario de Gobernación trata de capotear el temporal.
Consulta
El INE se declaró listo para realizar la consulta de revocación de mandato, pero solicita a la Secretaría de Hacienda los recursos que requiere a pesar de las economías acordadas para cubrir su costo.
La voluntad del ciudadano presidente se cumple, aunque de manera parcial. Los consejeros electorales ajustaron el presupuesto, pero a pesar de ello requieren de un financiamiento extraordinario.
Habrá que ver si el ciudadano presidente se conforma con una victoria parcial y aprueba la asignación extraordinaria de recursos, o ya encarrerado pasa encima del INE.
