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25 de noviembre de 2024 2:37 pm
DE: Imposición

DE: Imposición

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Por Alejandro Villegas…


Las razones humanitarias que esgrimen el ciudadano presidente y el ciudadano canciller para aceptar el plan de estadounidense “Quédate en México”, es solo un argumento para no admitir que la administración Biden impuso su voluntad en el tema migratorio.
A favor de la aceptación, también se argumenta que los migrantes que serán enviados a México, previamente recibirán en territorio estadounidense la vacuna contra el COVID, lo que está lejos de ser una acción de peso, toda vez que lo aconsejable sería que fueran vacunados durante su tránsito por territorio mexicano,
Lo que no se explica y debiera explicarse es quién cargará con el costo social y económico que representa tener alojados, por meses a los aspirantes a refugiados en Estados Unidos, que permanecerán en la franja fronteriza, dentro de territorio mexicano.
De entrada, sin duda se requerirá de sitios de alojamiento y alimentación, así como de otras acciones indispensables en los rubros de salud, educación y seguridad, por mencionar solo algunos.
Tampoco se aborda, el hecho irrebatible de que la reimplementación del programa que comenzó a operar con la administración Clinton, representa un aliento directo para la organización de futuras caravanas, cuyos integrantes ya sea centro, sudamericanos o de cualquier nacionalidad, buscarán transitar por territorio nacional para ingresar a Estados Unidos, y buscar la condición de asilados, con la certeza de que serán reenviados a México como país desde el que se originó su ingreso a territorio estadounidense a la espera de que se concrete el proceso.
Ello, de acuerdo a las normas generales del programa “Quédate en México”.
Y muchos menos se habla de lo que sucederá con los migrantes que no sean aceptados por Estados Unidos. Si serán deportados a sus países de origen o México terminará por acogerlos.
Sin duda, este es uno de esos temas en los que el ciudadano presidente de la mano del ciudadano canciller, se van por el lado amable y no entran en explicaciones. Y muchos aceptarán que se trató de una imposición de la administración Biden, que sólo optó por seguir el camino que le marcó el presidente Trump, y que sin duda, le dejó a México un enorme costo político, económico y social.
Pandemia
La llegada a México de la más reciente variante de COVID-19 y la inminente aparición de una nueva oleada de la pandemia parecen no inquietar al ciudadano presidente y mucho menos al ciudadano subsecretario López Gatell.
Evidentemente ambos serían excelentes jugadores de póker, porque aún teniendo una mano complicada, con la sonrisa a flor de labios mantienen una postura de triunfadores.
Hace mucho que ambos coincidieron en advertir que se había domado a la pandemia, por supuesto con sus matices, pero los casi 300 mil decesos que registra el país más los que se acumulen, echan abajo esa aseveración.
Si hay que celebrar que hay menos decesos y la hospitalización ha disminuido, sin duda no se ha alcanzado la meta de superar la pandemia.

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