Por Alejandro Villegas…
El reconocimiento del ciudadano presidente de que ordenó a la FGR el encarcelamiento de Emilio Lozoya, echa abajo su argumento de respeto e independencia.
Y exhibe no solo su conocimiento del caso, sino su abierta conducción del proceso.
Es claro que al ser parte de su gabinete, el Fiscal General de la República es, sin duda, un subordinado del ciudadano presidente y por tanto debe acatar sus instrucciones.
En ello no hay nada de malo. Lo que no encaja es el discurso de respeto e independencia esgrimido por el ciudadano presidente que busca proyectar un cambio donde no lo hay.
Medio ambiente
El compromiso del ciudadano con el medio ambiente tiene sus claroscuros en la generación de energía sucia y la persistencia en la petrolización de la economía.
El uso de combustóleo para la generación de energía eléctrica cuando otras naciones buscan erradicar esa práctica, resulta más que ejemplificador.
Sin duda, mientras el discurso del ciudadano presidente dice una cosa, la terca realidad insiste en avanzar en otro sentido.
