Por Alejandro Villegas…
Los señalamientos del ciudadano presidente sobre los riesgos que representan los video juegos llegan tarde y son imprecisas.
Además ponen de manifiesto su escaso conocimiento sobre el tema, al referirse únicamente al Nintendo.
Pareciera que no sabe que la mayoría de infantes y adolescentes con acceso a un medio electrónico descargan los juegos y participan en ellos, de acuerdo a su modalidad, en línea.
La advertencia lanzada el pasado fin de semana y reiterada desde Palacio Nacional, se ubica más bien en el esquema moralizador y aleccionador del ciudadano presidente que se basa, entre otros elementos, en la Cartilla Moral.
Las advertencias y consejos vertidos por el ciudadano presidente y su séquito, son del dominio público.
No hay ninguna novedad al respecto.
Para su desgracia, el grueso de la población tiene información y un criterio definido sobre el uso de los videojuegos.
E infantes y adolescentes están más que familiarizados con su uso.
No se trata de querer o no exponer a ese sector de la población a los videojuegos, o apreciar la facilidad con la que los padres y madres de familia permiten que sus hijas e hijos los utilicen, sino de brindar una orientación adecuada que ubique la problemática de la educación en su justa dimensión.
Resulta inconveniente cuestionar abiertamente el uso de los videojuegos, sin realizar una aportación real que se aprecie como una solución realmente viable.
Marcelo
El ciudadano canciller con toda certeza aprecio lo difícil que seria que él, como Jefe de Gobierno, hubiera supervisado trabajos como la colocación de pernos en el tramo de la Línea 12 del Metro que colapsó recientemente.
Y al hacerlo estableció un argumento que no solo puede usar el ciudadano Miguel Ángel Mancera, sino cualquier otro funcionario al que pretenta culpar de alguna acción no realizada de manera directa, como por ejemplo la ciudadana Rosario Robles y uno que otro ex titular del Ejecutivo federal.
