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21 de noviembre de 2024 9:33 pm
DE: Tolerancia

DE: Tolerancia

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Por Alejandro Villegas…


El ciudadano presidente tiene una oportunidad invaluable para mostrar su capacidad de tolerancia a las protestas sociales y congraciarse con la colectividad.
El tope de precios impuesto hasta el 7 de agosto al gas L.P. provocó, al menos en la CDMX, la protesta de pequeños distribuidores, pero no deja de ser una manifestación de inconformidad.
Por supuesto que el incremento en el precio del gas L.P. provocó un malestar social que llevó al ciudadano presidente a crear Gas Bienestar, que en principio cuando opere lo hará sólo en la Ciudad de México y no a nivel nacional.
Y en paralelo, se emitió un decreto que norma el precio del gas L.P, en más de cien regiones del país, en el que se establecen topes.
En este contexto, el respaldo de la ciudadanía a las medidas de control adoptadas es innegable, pero ello no se traduce en una aceptación inmediata por parte de todos los integrantes del sector.
Las protestas y acciones de resistencia, por parte de quienes sienten afectados sus intereses, es tan legítima como las medidas gubernamentales.
Ahora toca al ciudadano presidente y su séquito realizar una intensa labor de cabildeo, para que todos queden satisfechos, pero lo predecible es que fiel a su estilo, busque atrincherarse en el respaldo del pueblo bueno, para salir adelante del escollo.
De lo que no se habla es el del precio internacional del gas L.P., de la cantidad que se importa, y muchos menos de las consecuencias que pudieran tener en el contexto de los tratados internacionales suscritos por México, las determinaciones del ciudadano presidente.
Desafuero
De aplaudirse la determinación de realizar un periodo extraordinario para sacar adelante los desafueros pendientes en la Cámara de Diputados y el fiscal de Morelos, que se concretarán el próximo lunes en un sentido u otro, para cerrar el caso.
Tras el desafuero, lo previsible es que la Fiscalía capitalina proceda en contra de los dos ciudadanos diputados que serían despojados del manto protector y que ellos, en uso de sus derechos, realicen la defensa de sus respectivos casos.
El resultado, que se antoja previsible, sin duda demostrará si el discurso justiciero de los morenistas va a fondo, o se queda en simple oratoria.
De entrada, hay que anotar que no se trata de los primeros desafueros de la historia, pero si los primeros que ponen a prueba a los esquemas de impartición de justicia, en donde Morena tiene clara injerencia.

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