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25 de noviembre de 2024 1:58 am
HISTORIAS EN EL METRO: CHIQUILLADA

HISTORIAS EN EL METRO: CHIQUILLADA

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Por Ricardo Burgos Orozco

El domingo pasado al mediodía venía en el Metro desde Indios Verdes; me bajé en Zapata para caminar un poco; crucé por el Parque “Gral. Francisco Villa”, llamado popularmente “De los Venados” porque hay dos fuentes con estatuas de esos animalitos. Fue construido entre 1952 y 1953 y es el lugar de reunión de cientos de personas, sobre todo familias.

Al pasar por el lugar vi que estaba muy concurrido, contrariamente a lo que pensé por la amenaza de la que llaman “tercera ola”de Covid, que ha incrementado los contagios en México y en el mundo los días recientes.

Había muchos niños — con sus papás por supuesto — y disfrutaban del entretenimiento que les ofrece el parque: carros de baterías, trenecitos para dar la vuelta, juegos infantiles, un brincolín, clases de pintura, fotografía, cerámica y hay venta de todo: juguetes, botanas, tortas, tacos.  

Hace años había una feria, pero antes de la pandemia la quitaron porque dijeron que era un asentamiento irregular y acusaron de solaparlo a las administraciones anteriores de la delegación, hoy alcaldía. También se alquilaban caballos para los chavitos, pero los prohibieron debido a que fomentaban el maltrato a los animales.

Hay un foro al aire libre llamado “Hermanos Soler” en donde se realizan festivales artísticos, aunque desde el inicio de la pandemia están suspendidos.

Este domingo veía a los niños y sus papás muy divertidos como si ya no existiera el virus. Incluso algunos ni siquiera traían cubrebocas y qué decir de la distancia mínima entre ellos. Un grupo de ocho o diez chavitos y chavitas se divertían en el brincolín empujándose unos y otros mientras otros tomaban clases de pintura y cerámica a un lado.

La gente que visita el Parque de los Venados viene de todas partes de la ciudad y de otros lugares. En estos días hay más visitantes porque los niños están de vacaciones en las escuelas y desean salir a algún sitio. Los propios doctores recomiendan los sitios al aire libre para evitar el estrés y la depresión que se da no solamente en adultos, sino en los propios jóvenes por el encierro prolongado desde marzo de 2020.

Muchas personas llegan en automóvil, pero la gran mayoría llega en el Metro o en “pesera”. Es un lugar muy céntrico; alrededor están las estaciones División del Norte, de la Línea 3; Ermita y Portales de la Línea 2 y Parque de los Venados, de la Línea 12, que está cerrada desde el pasado 3 de mayo.

Un niño de unos ocho años sin cubrebocas pasó corriendo junto a mi jugando con otro y le pregunté riéndome ¿No le tienes miedo al coronavirus? ¡No! Me contestó brevemente mientras se perdía entre un grupo de personas.

A un matrimonio joven, que veía cómo se entretenía su chavo manejando un carrito de baterías, le cuestioné sobre el riesgo de andar en la calle con tanta gente en este tiempo de incremento de contagios. La señora me comentó que ya han sido muchos meses de encierro para los niños y necesitan salir al aire libre cuando menos un rato “porque a estas alturas ya nadie los aguanta en la casa”; eso sí, con todos los cuidados, me dijo.

El confinamiento de tantos meses a consecuencia del Covid está afectando más a niñas, niños y jóvenes que a los adultos; es bueno entonces que la chiquillada salga a tomar un poco de aire, pero no olviden los papás las precauciones sanitarias mínimas.  

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