Por Alejandro Villegas…
Para que ninguno de los suspirantes se sienta, el ciudadano presidente volvió a girar la perinola sucesoria y en esta ocasión marco: Todos juegan.
Así casi a la mitad de su gestión, recordó que él será el destapador, pero que su corcholata favorita es el pueblo.
Además, señaló de manera velada que el método para elegir al candidato de Morena, será la consulta al pueblo bueno.
Y con ello frenó la inquietud que despertó la semana pasada el enunciado que hizo de sus posibles sucesores, al tiempo que frenó la disputa por la candidatura presidencial de 2024, para establecer que él y sólo él la regulará.
Por el momento, el ciudadano presidente recompuso la figura y se muestra como el poseedor del poder, al establecer de manera general las reglas de juego sucesorio, que él mismo echó a andar la semana pasada.
Evidentemente, el ciudadano presidente juega con el tiempo y las formas de su sucesión, como una suerte de distractor social, pero de ninguna manera está dispuesto a ceder los reflectores a su posible sucesor, antes de tiempo.
Cuba
El respaldo que el ciudadano presidente expresó al gobierno cubano pone de manifiesto su abierta afinidad con la administración de la isla.
No sólo se pronunció por el fin del bloqueo, sino que comprometió el eventual apoyo con alimentos y medicamentos, y en el extremo fiel a su comportamiento local, denunció la operación de grupos, en una suerte de complot, pero sin mencionarlos.
En el corto plazo, sin la menor duda, la administración Biden, tomará nota de las declaraciones del ciudadano presidente y asumirá una posición frente a la postura de unos de sus socios comerciales.
Aunque claro, esa una acción que el ciudadano presidente debió considerar abiertamente, ante de fijar postura sobre las manifestaciones de ciudadanos cubanos en la isla.
Por el momento, el ciudadano presidente, solo busca el aplauso del respetable, en una acción más de efectismo político.
