Por Alejandro Villegas…
En los hechos, el ciudadano presidente da por superada la pandemia y el retorno a la normalidad, como queda de manifiesto más que con su discurso con la actividad desplegada en el pasado reciente en diversas entidades de país.
No se trata sólo de la apertura de todas las actividades económicas o el retorno a las aulas, sino de una normalización de las actividades públicas del ciudadano presidente con las que transmite un mensaje claro a la colectividad.
Evidentemente, la sociedad espera con ansias que la pandemia sea controlada y que se levanten las medidas sanitarias, pero hasta donde se aprecia lo que prevalece al momento es la normalización de la situación a casi dos años de distancia.
Las medidas sanitarias y la sana distancia, así como la aplicación constante de vacunas, incluida la dosis de refuerzo, además del panorama internacional, permiten establecer que la emergencia sanitaria no ha sido superada.
Sin embargo, la actividad y comportamiento del ciudadano presidente y su sequito envían un mensaje claro a la sociedad, lo cual puede ser complicado en plena temporada de fin de año, cuando se espera una nueva oleada de COVID-19.
Navidad
A escasos días de que inicie formalmente la celebración de temporada navideña, tiendas departamentales y comercio en general, junto con las y los ciudadanos se aprestan para la ocasión.
Los centros sociales y comerciales comienzan a apreciarse cada día más llenos, al tiempo que las compras impactan en la actividad económica, pero de ahí a que el tradicional impacto en las finanzas vaya a representar que se ha superado el escenario financiero adverso, que rompa con cuesta de enero, hay una enorme distancia.
