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15 de octubre de 2025 6:19 am
DE: Descoordinación

DE: Descoordinación

Por Alejandro Villegas….
Los datos y pronósticos emitidos por la Conagua y el Servicio Meteorológico Nacional, fueron precisos. Anticiparon con claridad los días con precipitaciones intensas y atípicas, pero no fueron atendidos en su justa dimensión.
Por ello, la tragedia que viven miles de familias de Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Veracruz pudo ser menor si se hubiera emitido la alerta a tiempo.
Sin embargo, todo indica que tanto las autoridades estatales como la federal optaron por emitir solo información y dejar que la población tomara sus propias decisiones y con ello, se dejo el paso franco para que la naturaleza, una vez más evidenciará su capacidad destructiva.
Los ríos, barrancas y laderas en los que se registraron desgracias debieron estar detectados y no ahora, sino desde hace tiempo ser objeto de acciones de reubicación de quienes habitan en ellas o en sus inmediaciones.
No basta contar con planes para atender las emergencias, es necesario actuar a tiempo, sobre todo cuando como en este caso se cuenta con la información necesaria para prevenir desgracias.
Los más de 60 fallecidos al momento, pudieron ser menos, al igual que las afectaciones.
La acción, reactiva y de pretendida solidaridad que no debe interpretarse como una graciosa concesión, sino como el cumplimiento de la obligación de los tres niveles de gobierno, debió ser preventiva.
A fin de cuentas, año con año, la fuerza de la naturaleza castiga al país y quienes están al frente de los gobiernos en todos sus niveles, no pierden la ocasión para tomar foto de oportunidad, tener presencia en redes sociales, como si se estuviera en campaña, y por supuesto aprovechar el escenario para exhibirse como salvadores y protectores, cuando en primera instancia tuvieron la oportunidad de dar una oportuna voz de alerta.
Pero como el hubiera, no existe. Sólo queda apreciar y documentar lo sucedido a la espera de que la población afectada termine por aceptar que una vez más les toco perder.
Amparo
Las reformas a la Ley de Amparo avanzarán, sin ser retroactivas, y con su entrada en vigor mostrarán cual fue el verdadero objetivo de quienes las impulsaron que no parece ser otro que el cumplimiento del clásico: Primero dispara y luego averiguas.
Las acciones, al menos en el plano fiscal, no podrán detenerse y una vez realizadas no tendrán reversa, lo que equivale como se decía en el barrio a cobrarse a lo chino.
Y con ello, se abrirá la puerta para que los abusos, en todos los rubros, se realicen sin freno alguno, porque el amparo quedara minimizado y le hará a las autoridades lo que el viento a Juárez.
Y si no, al tiempo.

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