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12 de septiembre de 2025 5:54 pm
DE: Narrativa

DE: Narrativa

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Por Alejandro Villegas…
La narrativa de la 4T en torno al incremento del IEPS, deja en claro que están seguros de que el pueblo bueno da como ciertos todos sus argumentos, que en fondo no reclaman el menor análisis serio.
Por principio asegurar que es un tema de salud y no recaudatorio, es pueril. Si lo deseable es no recaudar un solo peso, que prohíban el consumo de refrescos o bebidas azucaradas.
Así de simple como se prohibió la venta de cigarros y bebidas embriagantes menores de edad, y las personas que padezcan o estén propensas a determinadas enfermedades como la diabetes, que hagan algo similar con los refrescos y bebidas azucaradas.
Desde la tribuna pueden presentar el argumento que quieran y hasta comprometer el destino de los recursos que se recaudarán, pero lo evidente es que se trata en principio de una acción recaudatoria.
La situación es similar a la que se planteó al asegurar que la reforma judicial era por mandato del pueblo, sin presentar elemento probatorio alguno y del que ahora se lanza para calificar como maldita a deuda de algunos expresidentes, dejando de lado la contraída en el periodo 2018-2024, que no es menor.
Evidentemente, el tema permite apreciar como desde palacio nacional se distorsiona la verdad para ajustarla a una narrativa a modo, que recuerda la añosa demagogia del socialismo que entre otras llevó acuñar expresiones como aquella célebre de patria o muerte, que en México podría equipararse al ya clásico, primero los pobres, que, en caso de los refrescos o las bebidas azucaradas, paradójicamente parecen estar al margen, pero en el fondo son afectados.
La narrativa puede funcionar un tiempo, como recurso útil, pero termina por desgastarse.
Duda
Si las determinaciones del máximo tribunal son inatacables e inobjetables, porque se pasa sobre la resolución que estableció que la ciudadana ministra Lenia Batres estaba impedida de participar como promovente en un caso contra el ciudadano Ricardo Salinas Pliego.
Un mal inicio para el máximo tribunal que deja entrever que están dispuestos a pasar sobre la Constitución, las leyes y normas, y abrir toda suerte de recovecos legales para dar los resultados que les son demandados.
Por supuesto que el tema dará de que hablar, pero esa ya es otra historia.

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